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Arrasad, oh gentes,los muros hasta los cimientos de la libertaaaad. Canciones para la BSO de una vida (Track 11, Cómodamente adormecido)

Publicado el 07 noviembre 2012 por Tarrou


La vida es algo extraño. Llena de bichos que forman hileras para construir sus estructuras y rascacielos con hombres y mujeres encorbatados y peripuestas para seguir corriendo en una rueda como la luna cuando sale detrás de los acebos helados. Tengo que llamar a la empresa, tengo que ver como licuan mis pensamientos y se revuelven como las sombrías, sediciosas aguas del Shannon. Echo de menos ese río, y las palabras de Joyce no ayudan. ¿Debiera leer Ulises? Quizá no lo entienda, pero querría ver un Bloomsday…quiero volver a Dublín, seguro. Pero Joyce ha salido con una guitarra y ha cantado con voz cazallera que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Claro que luego se ha vestido de Scaramouche y me ha dicho que la vida es una broma, mientras no es cruel. Luego, era un profeta que sobre una roca abrasada por el sol del desierto pedregoso al que me había llevado, hablaba de los muros, y de la brutalidad de su demolición…para nacer hay que destruir un mundo. No se trata de megatones ni de guerras galácticas, sino de desenterrar la espada que yace salvo el mango, en la roca, esta vez de bosques umbríos y sonoros de arroyuelos y escarchas derretidas en las hojas. Hojas, alas, plumas, el vuelo, las escamas, vivir en la tierra es triste, hay miles de bichos, en el aire o el agua sólo hay grandes representantes de la evolución. El señor Darwin llama a mi puerta. Me dice que mientras Inglaterra no juegue mejor, no irá a animarlos más. Está furioso y cuando se va, siento su furia, me subo a la silla y sobre mi habitación, llena de las rutas míticas de los imperios, gaño. ¿Es la palabra adecuada para gañido, el verbo es gañir? Voy a la RAE: Dicho de un perro: Aullar con gritos agudos y repetidos cuando lo maltratan, dicho de una persona: Resollar o respirar con ruido, puedo hacer ambas cosas a ala vez, salto, salto y gaño, gaño por la recesión, la entropía del universo, la soledad de los ancianos, la existencia de mundos desconocidos, los tiempos que no he vivido, por Carlomagno y Pozí, por cada ladrillo de mi muro y cada eslabón de mi cadena, gaño y gaño, me retuerzo, caigo a través de las edades y quedo postrado en un sofá, exhausto.
¿Hola?
¿Hay alguien ahí?
Asiente con la cabeza si me puedes oir.
¿Hay alguien en casa?

Vamos, ahora.
He oído que te sientes mal.
Bueno, puedo calmar tu dolor.
Hacer que te recuperes

Relájate.
Primero, necesitaré algo de información.
Tan sólo lo básico.
¿Puedes decirme donde te duele?

Tu dolor está disminuyendo.
Un barco, en la lejanía, humeando en el horizonte.
Tan sólo atraviesas las olas.
Tus labios se mueven.
No puedo escuchar lo que dices.
Cuando era un niño, tuve una fiebre.
Sentía mis manos infladas como balones.
Ahora, tengo ese sentimiento otra vez.
No podría explicarlo. No lo entenderías.
No soy así.
Me he quedado plácidamente paralizado
Subía los peldaños resollando, como resuellan los goznes de un portón de un castillo siniestro, Drácula, no me llames Frankenstein, es Fronkonstin, y sus amigos hoy sustituidos por locos variados o por gusiluces y zombies. Todos estamos locos, enloquecidos por las aguas de algún río que otorga la eterna insatisfacción. Y vivimos en túneles, y nos refugiamos en torres. Pero no son de marfil, son de adobe pobre. Y escucho ecos y reverberaciones, pero son de mis pensamientos una y otra vez, y quisiera no pensar, no ser yo por un rato, descansar, vacaciones de mí mismo tomar. Cuando las cigüeñas migran, las veo en un círculo de acero a través del resquicio que las baldosas derruidas permiten. Hay que tirar los ladrillos, y derribarlo, como el de Berlín, aunque detrás no esté el mago Merlín. Menudas rimas, Calamaro. ¿Por dónde se empieza a derrumbar un muro? Si estás arriba, puedes despeñarte, si estás abajo te puede sepultar. Y que más da, dijo el capitán Achab que venía del brazo con Pepe. Pero si Pepe es mi archienemigo y me da miedo, repuse yo, escondido detrás del cabecero del sofá. No te preocupes, es buen chico, dijo Achab, y gañimos juntos los 3, luego Pepe se empezó a dar palmetazos en el pecho, Achab sacó un doblón y se puso a mirar por mi balcón febrilmente y reía, y yo sentía que el milenarismo iba a llegar, así que abracé a Pepe y seguimos aullando. Luego vino Shakespeare con Cleopatra, pero no me apetece verlos ahora, que supliquen un rato. Luego quizá los llame. Ahora sigo intentando escalar el muro, quitar miedos, fracasos, recelos y ser atravesado por la lanza de la experiencia. Y si hay que sangrar, let it bleed. Podría ser peor, podría ser Mike Brown, que la gente me llamara Mr Potato, se riera de mí y pidiera que me echaran. Moraleja, nunca entrenes a los Lakers si no estás versado en el zen. El zen enseña a no ver los muros, y quizá así desaparezcan. Pero yo quiero verlos derrumbarse estrepitosamente, con fragor, estruendo, catacrocker. Despierta, díjole el cuervo a Bran. ¿Por qué en mis sueños no me dicen eso? Alas negras, palabras negras.
Ok.
Sólo será un pequeño pinchazo.
Y no habrá más lamentos.
Pero quizá te sientas algo mareado.

¿Puedes levantarte?
Creo que está haciendo efecto. Bien.
Esto te mantendrá en pie,
durante el espectáculo.
Vamos, es hora de ir.

No queda dolor, está disminuyendo.
Un barco, en la lejanía,
humeando en el horizonte.
Tan sólo atraviesas las olas.
Tus labios se mueven,
pero no puedo escuchar lo que dices.
Cuando era un niño, mis ojos captaron
un movimiento, por el rabillo del ojo.
Me giré para mirarlo, pero se había ido.
No puedo tocarlo ahora.
El niño, ha crecido.
y su sueño se fue.
Y yo… yo me he quedado
plácidamente paralizado.
Una vez logré subir a lo alto de la torre, y cuando me asomé afuera, sólo había otras, en medio de un vacío sin forma, ordenado en su terror, ni siquiera había un caos. No sé si alguna vez algún ser humano habrá caminado fuera de sus muros. Los hay de diversas formas y alturas. Y cada uno tiene su propio pesar. No lograré desprenderme de su designio, pero trataré de hacer lo que hice entonces. Llegar, asecender pesadamente, sentir un ardor interior y un sabor salado en la boca…y arrancar un modesto ladrillo. El significado de la canción de Pink Floyd es enigmático. Puede tratar acerca del vacío y la distancia, y esa interpretación es la que le he dado esta vez. También de las experiencias que nos marcan, aunque parezcan banales, de la liberación y de la prisión. Espero que la disfrutéis como merece. Es preciosa. Hasta pronto, organizo fiesta de disfraces en casa y ha llamado a la puerta Alejandro Magno, Vermeer y Pete Maravich. Yo voy disfrazado de pared, era lo suyo. Aunque me sentía pachucho y han tenido que pincharme para que pueda estar bien durante la fiesta, al terminar sentiré gran placer al despojarme de mi disfraz, y ponerme el otro…

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