Revista Diario
Arriba y abajo
Publicado el 04 febrero 2011 por NachormzBien que le pensé como titular esta entrada. Había pensado algo como "ninguna derrota es eterna".
Pero vamos platicando. La cosa fue mas o menos así.
La escena después del bloqueo peridural. Paciente de 30 años digamos.Anoche.
Doctor, oiga, no siento nada de lo que me dijo que iba a pasar.
A ver, a ver, (ejem!) mueva las piernas.
Una arriba, otra abajo. Ni rastro del bloqueo.
Explicaciones, excusas, razonamientos, todo estaba de sobra. Adios orgullo que no me falla nada, pues vamonos con anestesia general. Señora, ¡Se va a dormir un ratito!
Al final todo salió bien, la cirugía sin complicaciones y todo quedó en un mal sabor de boca para todos empezando por un servidor, que veía una buena abollada en la armadura reluciente.
Las explicaciones a toro pasado de lo ocurrido, el Dr. Miguel Angel lo explica mucho mejor que yo aquí
Mañana (hoy) será otro día.
7:22 AM suena el teléfono. ¿Estás ocupado? Oye, que tenemos una cirugía en 2 horas. Un tumor cerebral.
Llego a la clínica, reviso al paciente, su expediente, platico con el, con su familia. El diagnóstico. Tumor de fosa posterior. ¡Lotería! Una cirugía que amerita consideraciones anestésicas muy particulares. De las que no hay todos los días, pues.
5 horas de excelente cirugía. Que digo excelente, una delicia. Buena comunicación con los neurocirujanos. El paciente bien desde el principio, despertó sin problemas. Entró despierto a su cuarto. Así, las horas pasaron volando.
Todo lo contrario de la noche previa.
En medicina a veces es dificil distinguir incluso en el mismo día, cuando se está arriba, cuando se está abajo. Como en la imagen de arriba. Como en el eterno caminar al filo en que se mueven (nos movemos) todos los médicos. A veces nos equivocamos como cualquier ser humano. Hay errores y ERRORES. Pero de todo ello, siempre se aprende. Y los pacientes siempre son los mejores maestros.
Parafraseando a don Silvio. Uno podria andar por la calle, publicar incluso (exacto, puede ser a través de un blog) que uno es el non plus ultra. Hay días que se toca fondo. También yo me declaro imperfecto. Prefiero ser abierto, a pasearme anunciando que soy la maravilla.