
A modo de resumen diré que envidio mucho a los suizos, por tener un país tan bello y cuidado. Me ha encantado Ginebra porque es una ciudad mágica, y también el Castillo de Chillon, que ofrece todo lo que prometía: simplemente uno de los lugares más hermosos donde he tenido la suerte de estar. Lausana también es una ciudad encantadora que pudimos descubrir fugazmente, aunque lo mejor sin duda ha sido la compañía. La aventura del viaje pronto os la relataré, amigos blogueros. ;)