asco

Publicado el 23 febrero 2012 por José Angel Barrueco

a esas alturas, a punto de subirnosal avión y volver a casa, tras todo lo que había visto:gula, ingratitud,aspereza, egoísmo…
a esas alturas, yo ya pensaba que no había redención, que la raza estaba perdida y condenada sin remedio
y a esas alturas,estremecidode asco, ya estaba agotado de ver a la masa, de sus sandecesy de sus estúpidos comportamientos
y antes de subir al avión todo me daba asco, asco y náusea
pero entonces, en la sala de embarque, vi correr a los niños, diciendo sus primeras palabras y dando sus primeros pasos, y me contagiaron su entusiasmo
y la luz entró en mi alma, y me dije que tal vez quedaba algo de esperanza,que había que alimentar esa luz para que no se apagase
porque de lo contrario sólo habría nihilismo y tinieblas, y pensé que ojalá ellos,esos niños y esas niñas,mejoraran un poco el asunto, porque de lo contrario íbamos a estar jodidos.
José Angel Barrueco, Inédito[Texto recortado y extraído de mi novela Asco]