Si Business Angel, Venture Capital, Bootstrapping, Equity, Start Up y Silicon Valley son parte de tu vocabulario habitual, lo siento pero hoy no te voy a contar nada nuevo, espero que el artículo de la semana que viene te guste más. Pero si no es así y además estás pensando en montar un negocio innovador en internet… ¡detente! Lee este artículo sin saltarte ni una coma, y que un exceso de ilusión no te lleve a lanzar tu proyecto antes de dedicar los próximos meses a empaparte de cultura emprendedora –aunque aborrezcas estas dos últimas palabras tanto como yo–.
Tienes una idea revolucionaria. Quizás hayas visto la película del fundador de Facebook, leído la biografía de Steve Jobs o visto su discurso de graduación en la Universidad de Stanford. Puede que incluso hayas visto la peli Piratas de Silicon Valley. Ahora lo tienes claro. Estás decidido a plasmar esa idea en una web que agrupe todo lo mejor de internet.
Si te sientes identificado con lo que acabas de leer, lo que quieres montar se llama “Start-Up”.
Sólo para principiantes: lo que quieres se llama aplicación web
(Te pido disculpas por adelantado si este apartado te parece demasiado obvio).
Si estás pensando en hacer algo innovador a través de internet tendrás en mente una web que permita el uso, venta o promoción de esa idea.
Esta web en realidad es una aplicación web. Un programa informático (software), igual que cualquiera que tengas instalado en tu ordenador, como Microsoft Office, pero con la particularidad de que funcionará a través de internet.
Cuando hablamos de desarrollo de aplicaciones web hablamos de programación de software (en el contexto informático desarrollo es sinónimo de programación, no de evolución).
Simplificando mucho, la programación es el trabajo de escribir instrucciones (código) que cuando sean interpretadas por un ordenador producirán el resultado deseado: un botón en el que hacer clic produzca el envío de un formulario de contacto, por ejemplo.
Vender innovación roza lo imposible
Tienes una idea que no se le ha ocurrido a nadie antes. Si es así tengo malas noticias para ti: ESOS SON LOS PEORES NEGOCIOS POSIBLES.
Si alguien te ha contado que para tener éxito hay que ser innovador, te ha mentido. Si vender ya es de por sí difícil, vender un producto o servicio que el público no sabe que existe roza lo imposible.
El motivo es que antes de soltar tu argumentario comercial tienes que educar al público para que sepan que tu producto o servicio EXISTE.
Y como ya decía Eugene Schwartz hace más de 40 años: “no existe una sola empresa privada en el mundo con el poder adquisitivo necesario para educar al público.” El discurso de que para tener éxito hay que ser un inventor proviene invariablemente de gente con nula experiencia comercial o con muchas ganas de vender libros y conferencias.
Si vas a innovar en producto que sea poquito a poco. Paso a paso, gramo a gramo. Vende tu producto o servicio como un producto o servicio que ya existe pero que cuenta con una pequeña innovación que lo hace mejor.
Sin embargo, una innovación no tiene por qué ser en el producto. Muy a menudo las grandes innovaciones están en la producción, la venta o la gestión. Eso es otra cosa.
¿Quién es tu público objetivo?, ¿cuál es tu competencia?
Si “todo el mundo” y “nadie” son tus respectivas respuestas a estas dos preguntas, estás más perdido que Wally en el frente Atlético.
Tu público potencial no es todo aquel que pueda consumir tu producto o servicio, ese es tu público teórico. Tu público objetivo es ese perfil de cliente al que más rentable te resulta venderle. Si tu negocio es innovador puede no ser posible averiguarlo antes de empezar.
Tu competencia no está constituida por aquellos que venden el mismo producto o servicio que tú. Si fuera así casi nadie tendría competencia. Tu competencia es todo aquello que compite por el mismo tiempo o dinero que pretendes obtener de tu cliente o usuario.
Está comprobado que la música es competencia de los teléfonos móviles. Del mismo modo los videojuegos son competencia de Facebook, y hasta mirar por la ventana es competencia de Facebook.
Si te estás gastando tu dinero lo estás haciendo mal
Aunque existen casos de éxito de negocios innovadores que han crecido autofinanciados (bootstrapping), es más fácil que te toque la lotería.
Ya hemos hablado de lo difícil que es vender innovación, y por eso vas a necesitar mucho apoyo financiero a lo largo del tiempo. Es un proceso muy estandarizado en el que en distintas fases del proyecto buscas nuevos inversores (rondas de inversión), a los que les pides cada vez más pasta a cambio de participaciones en la sociedad (equity).
Fase 1: las 3F
Family, Friends and Fools, o lo que es lo mismo: familia, amigos y tontos. Junta tus ahorros con los ahorros de los conocidos más cercanos a los que puedas engañar convencer y monta un prototipo rápido que te sirva para probar el mercado. No pasarás a la siguiente fase antes de invertir menos de 30 o 50 mil euros en esta fase.
Y sobre todo recuerda que dar participación no tiene por qué equivaler a otrogar demasiado poder de decisión.
Fase 2: Business Angel (BA)
¿La idea ha gustado y salen unas cifras con potencial? Busca a uno o varios inversores privados que además de pasta te puedan aportar conocimiento del mercado y contactos.
Hay decenas –sino cientos– de redes de Business Angel. Mucho cuidadito con este paso. El mundo de los Business Angels está repleto de liantes sin dinero ni experiencia que disfrutan creyendo que juegan al monopoly.
No es ninguna locura buscar cantidades de entre 100.000 euros y 1 millón para esta fase.
Fase 3: Venture Capital
Las métricas de negocio son claras y hay que explotar a nivel mundial, ha llegado el momento de acudir al inversor que menos riesgo está dispuesto a asumir: el capital riesgo. No es raro empezar esta fase con inversiones de entre 3 y 5 millones de euros, aunque hay empresas de capital riesgo que empiezan con inversiones de 100.000 €. Es el llamado capital semilla (Seed Capital).
Obviamente, en el proceso de inversión no hay que olvidar otras fuentes de financiación tradicionales: desde el préstamo bancario y los préstamos públicos como ENISA o CDTI, a la salida a bolsa en un futuro muy lejano.
No se supone que la vida tenga que ser fácil hijo mío; pero coge coraje –puede ser un placer–.
- George Bernard Shaw
Riesgo vs. Inversión
Si crees que tu idea de negocio es demasiado sencilla para llegar a estos niveles de inversión, no dejes de leer porque descubrirás que los negocios basados en internet no sólo requieren una alta inversión sino que además tienen un elevadísimo riesgo (los inversores suelen hablar de una tasa de fracaso del 98%).
A cambio, el beneficio potencial es exagerado. Imagínate como de exagerado tiene que ser para que la ganancia del 2% de proyectos compense –y con creces– las pérdidas del 98% de casos restantes.
Dicho esto, si hay algo que todos debemos aprender de otros emprendedores de éxito, son estas 5 lecciones:
- Prueba mucho, prueba rápido: prueba tu idea y si no funciona, cambia rápido y barato a otra hasta que des con la clave.
- Si no das con la clave, abandona pronto: fíjate un tiempo y un presupuesto, si una vez agotado no te sientes cerca de la fórmula mágica, abandonar puede ser el mayor éxito.
- Equivocarte te acerca al éxito: y muchos inversores así lo valoran. Decía Edison mientras inventaba la bombilla que no había fallado 10.000 veces, sino que había encontrado 10.000 formas que no funcionan.
- Emprende por vocación, no por necesidad: si no te ha entrado el gusanillo de emprender antes, no lo hagas porque consideres que dada tu situación económica o laboral esa es la única opción. Con esa motivación más bien será la última opción; la última que puedas probar antes de arruinarte.
- Si te equivocas demasiado no fuerces: equivocarse está bien, pero como todo, en su medida. Si encadenas más de media docena de fracasos empresariales y laborales no pasa nada por intentar otra cosa. Hay vida más allá del auto empleo.
¿Y cómo vas a ganar dinero?
Por extraño que parezca, muchas Start Ups no tienen claro como van a ganar dinero cuando empiezan. Su objetivo es acumular una gran cantidad de usuarios y una vez que han llegado a ese punto ya pensarán como les sacan partido.
También es común que a lo largo de los primeros años experimenten con distintos modelos de ingresos hasta dar con el más rentable. Los modelos de monetización más comunes son:
- Venta de un producto físico o virtual: el modelo de ingresos más tradicional. Ejemplos de éxito: Zappos vendiendo zapatos, Amazon vendiendo de todo, Valve vendiendo videojuegos, Appsumo vendiendo cursos, …
- Subscripción: cuota mensual a cambio de un servicio (y a veces un producto). Ejemplos de éxito: Spotify o Basecamp. Es un modelo muy atractivo porque una vez conseguida cierta base de clientes la seguridad económica está más que garantizada y la rentabilidad roza el infinito.
- Freemium: parte gratis (free), parte de pago (premium). Algunos ejemplos anteriores, como Spotify o Appsumo, son Freemium.
- Publicidad: si tu objetivo consiste en atraer a millones de usuarios e invitarles a pasar tanto tiempo como sea posible en tu plataforma, casi sin ninguna duda, tus ingresos deben venir por la publicidad. Es el modelo de negocio más difícil y costoso, pues necesitas una exagerada cantidad de usuarios para ganarte la vida con ello. Si es tu caso, las métricas que te obsesionarán son: páginas vistas al mes, visitas únicas mensuales, tiempo medio de visita, número de usuarios únicos mensuales y Coste Por Clic (cuanto puedes cobrar a un anunciante porque alguien haga clic en un anuncio suyo, estos precios vendrán determinados por el mercado). Ejempos de éxito: Facebook y Google.
- Venta del negocio: son muy habituales los negocios que se crean a sabiendas de que cubren un hueco de mercado que le gustaría ocupar a otra empresa. En este caso la prioridad es ganar usuarios y la última preocupación es generar ingresos. Se rumorea que Facebook pagó 1.000 millones de dólares por Instagram, una red social para compartir fotografías que ni siquiera generaba ingresos todavía.
- Combinación de los anteriores: puede que tengas distintos modelos de ingresos según el servicio o tipo de usuario. En Spotify, por ejemplo, puedes comparar canciones sueltas, suscribirte mensualmente o comprar publicidad si eres anunciante.
- Cuánto dinero te cuesta captar a un usuario o cliente
- Cuántos ingresos puedes obtener de un usuario o cliente a lo largo de un tiempo determinado
- ¿Qué es el Posicionamiento en Buscadores (SEO y SEM)? Conceptos SUPER BÁSICOS
- ¿Cuánto cuesta Google AdWords?
- Aprende a Calcular Cuánto Debes Gastar en AdWords para Ganar Dinero
- Posicionamiento SEO – Capítulo 0: Entiende Cómo Funciona Un Buscador
- 2 Innovaciones Que Han Convertido a Google en Una de las Mayores Empresas del Mundo y Han Cambiado para Siempre el Mundo Empresarial
Aquí no vale el: “yo sólo quiero un negocio para ganarme la vida”
O te forras o no llegas. Si en cualquier negocio ya roza lo imposible el “sobrevivir”, en internet lo sobrepasa de lejos.
Los negocios basados en internet tienen excelentes rentabilidades, lo que no hay que confundir conque sean baratos, eso para nada es así.
Estos negocios requieren un elevadísimo ritmo de gasto para alcanzar la rentabilidad, pero una vez conseguida, ésta es altísima. El motivo: la famosa escalabilidad.
Para permitirse el mantenimiento que requieren aplicaciones como Facebook son necesarios millones de usuarios, pero alcanzado el punto de equilibrio (el momento en que ganas más de lo que gastas), multiplicar el volumen de negocio hasta monopolizar el mercado es relativamente sencillo; y el gasto apenas crece.
Dicho de otra forma: cuesta casi lo mismo tener un millón de usuarios que mil millones, pero los ingresos sí se multiplican por mil. Esa escalabilidad es una de las características más importantes que los inversores buscarán en tu modelo de negocio.
Vamos al grano… ¿cuánto dinero cuesta desarrollar tu proyecto web?
Seguimos con la escalabilidad. No creas que porque tu proyecto sea un millón de veces mas pequeño que twitter o Facebook la inversion que necesitas es un millón de veces mas pequeña.
El desarollo de una aplicación como twitter, por sencilla que parezca, conlleva miles de horas de trabajo cualificado y una elevadísima complejidad técnica, y replicarlo costaría cientos de miles de euros, independientemente de tu volumen de negocio (por algo existen los Business Angels y el Venture Capital).
Si has pedido varios presupuestos no hace falta que me digas que hay quien te hará el proyecto por unos pocos miles, incluso cientos, de euros. O que lo puedes externalizar a Argentina o la India y te saldrá mucho más barato. En lugar de explicar por qué eso no te funcionará, planteate esta reflexión: si fuera tan fácil y barato desarrollar software, ¿por qué la programación es una profesión con paro cero?, ¿cómo es posible que las empresas de desarrollo web nos las veamos y nos las deseemos para encontrar trabajadores?, ¿no nos sería más fácil revender los servicios de estos “profesionales” que trabajan tan barato?
Vamos al ajo, ¿cuánta pasta tienes que poner encima de la mesa para convertir tu proyecto en una realidad?
Llegados a este punto yo siempre propongo 3 alternativas. La elección de una de ellas no debería estar condicionada por su precio (conseguir capital es un pilar fundamental en estos modelos de negocio), sino por tus necesidades tecnológicas y objetivos de negocio:
Opción 1: prototipo para probar el mercado
Consistirá en una página web sencilla que ofrezca la característica (en singular) más importante de tu idea y en la que todos los procesos se gestionen de manera manual. Este modelo te servirá para comprobar si tu idea gusta en el mercado y en caso afirmativo conseguir inversión y pasar al siguiente paso.
Así empezó Groupon. Con una página super cutre y un becario que publicaba y despublicaba cupones según llegaban nuevos o se agotaban los ya publicados.
Precio: entre 2.000 y 10.000 euros.
Opción 2: versión básica que permita cierto crecimiento
Consiste en una aplicación más o menos a medida y de limitada funcionalidad, pero basada en una tecnología que permita el crecimiento futuro. Esto se puede conseguir utilizando un gestor de contenidos como Drupal o programando algo desde cero (consejo personal: en Ruby On Rails).
Mi recomendación es la de empezar por aquí si se tiene la más mínima idea del mercado.
Precio: entre 10.000 y 20.000 euros.
Opción 3: o puedes optar por la versión definitiva de tu idea
Algo que te desaconsejo si no has hecho ninguna prueba con el mercado (amigos y familiares no se consideran mercado). Te aseguro que si las cosas van bien, lo que acabes haciendo nada tendrá que ver con lo que ahora tienes en la cabeza.
Por un lado tus usuarios te pedirán funcionalidades que ni se te pasan por la mente todavía, por otro, lo más común será que nadie use el 90% de lo que has pensado al principio.
Precio: desde 25.000 € hasta lo que te quieras gastar.
Pedir presupuesto: más difícil de lo que parece
Si algún miembro de tu equipo es ingeniero o tiene conocimientos técnicos puedes saltarte este punto.
Existen proyectos muy bien ejecutados que no cuentan con tecnólogos entre sus fundadores, pero en todos esos casos sus promotores son muy inteligentes y además se han formado profundamente en tecnología.
No menosprecies la programación. Es muy difícil. Por algo las ingenierías tienen fama de ser duras.
Además, contratar estos servicios no es tan fácil como comprar un producto fabricado en serie, como un coche o un ordenador. Lo que vas a contratar es un producto artesanal producido únicamente para ti, sujeto a cientos de decisiones de alta complejidad técnica y que puede ser desarrollado en un número infinito de formas.
(1) Olvídate del precio. (2) Elige a un proveedor de confianza.
A partir de ahí ya puedes olvidarte del resto del mundo y no considerar a tu proveedor como proveedor, sino como un partner, un socio. Un socio en el que debes delegar la toma de decisiones técnicas con total confianza y sin miedo a ser engañado. (Si no encuentras un partner con el que llegar a este nivel de confianza, sigue buscando.)
¡Y todo esto antes de tener la más remota idea de cuánto te vas a gastar en él!, porque en este caso será tu partner tecnológico el que tenga que ajustarse a tus posibilidades económicas, y no al revés.
Pero si esto no te mola demasiado, todavía te va a gustar menos lo que te voy a contar a continuación. Según la complejidad de tu proyecto puede que tengas que empezar a gastar antes de saber cuánto tienes que gastar: todo empieza por la recogida de requisitos y definición de proyecto. Posiblemente estos dos pasos sean los más importantes para llevar a buen puerto un proyecto.
14 consejos para encontrar al partner tecnológico de tus sueños
A la hora de querer contar tu proyecto a una empresa de desarrollo web te vas a encontrar con la siguiente dificultad, y es que por pretencioso que parezca, las [buenas] empresas de desarrollo web estamos demasiado saturadas de trabajo como para atender todas las peticiones de presupuesto.
Y aunque cabe decir que siempre hago lo imposible por contestar al 100% de las peticiones, te confesaré que no hay mejor forma de resultar atractivo para tu futuro partner tecnológico que demostrando que sabes dónde te estás metiendo. Por eso te recomiendo seguir estos 14 consejos antes de establecer el primer contacto:
- Habla de beneficios, no de características: cuenta lo que quieras conseguir, no el cómo, eso sera trabajo de tu partner tecnológico, que tiene que ser lo suficientemente bueno para proponer la solución mas sencilla, económica y flexible en cada momento. Evita anglicismos, tecnicismos y especificaciones, pues a menudo causan mas confusión que orden.
- Abastract: empieza lo que sea que cuentes con un resumen de 3 o 4 lineas, justo como hago en este artículo.
- Tú decides el presupuesto: calcula y sé transparente con el presupuesto del que dispones. La calidad y complejidad del proyecto se ajustará a eso. Si no lo haces así te encontrarás con propuestas entre los 100 euros y los 100 millones.
- Listado de prioridades: a la hora de contar tus necesidades hazlo por orden de importancia. Si muchas funcionalidades son importantes, tu partner tecnológico se extrujará los sesos para llegar tan abajo en la lista como sea posible.
- Característica principal: decide cuál es la característica a la que definitivamente no puedes renunciar bajo ningún concepto. El 90% de los usuarios te elegirán por una misma característica diferencial. Si eres incapaz de decidirte por una sola característica y crees que es el conjunto de 20 distintas funcionalidades es el motivo por el que el usuario te elegirá, sólo significa que todavía no has hecho una prueba de mercado.
- Elige a una persona responsable del proyecto dentro de tu equipo: decide quién será el responsable del proyecto de entre todos los socios. Uno y sólo uno: las decisiones por comité NO FUNCIONAN.
- Asume que necesitarás mantenimiento: y representará una cantidad que oscilará entre el 33% y el 66% del coste original del proyecto. Tendrás garantía, pero será insuficiente. Da igual que trabajes con los mejores programadores del mundo, tu plataforma original tendra fallos (bugs).
- Acepta que tu primera versión tendrá fallos (bugs): no te lo estoy pintando nada bonito, pero es que programar es como resolver un larguísimo problema matemático con casi infinitas posibilidades como datos de entrada pero en el que ciertos resultados no serán aceptables. Por eso todos los programas (Microsoft Office, Microsoft Windows, Adobe Flash, …) ofrecen continuas actualizaciones. Tu plataforma es exactamente lo mismo.
- Por muy seguro que estés ahora de lo que quieres, cuando el proyecto esté acabado, querrás cambios: me da igual que creas que con tu idea tienes el éxito garantizado, no eres una muestra representativa del marcado, ni tampoco los son tu pareja, tu primo, tus socios o tu vecino. Los usuarios de verdad te pedirán cambios y no aceptarán algunas de tus mejores ideas.
- No establezcas fechas de entrega: las fechas de entrega se calculan, no se imponen. Dependen de la complejidad del proyecto, no son exactas pero tampoco arbitrarias, y las tiene que decidir tu partner tecnológico. Además hay un número pequeño de tareas que se pueden desarrollar en paralelo, y resulta que un equipo de trabajo más grande, un presupuesto mayor o más prisas no cambiarán la velocidad de desarrollo.
- Asume una relación continua con tu futuro partner: el “házmelo de tal forma que me lo pueda gestionar yo” no funciona amenos que tengas el equipo de desarrollo dentro de tu equipo. Créeme, hacemos lo posible porque el cliente pueda hacer tanto como sea posible sin nuestra ayuda, pero a partir de cierta complejidad técnica resulta imposible. Por eso es tan importante que veas a tu proveedor como un partner, prácticamente te casas con él.
- Jamás digas “crecerás con nosotros”. No hay nadie más interesado en que te vaya bien que tu partner tecnológico. Un éxito así significa subir de golpe 2 o 3 divisiones en la liga del sector del desarrollo web, pero a diario vemos confirmada la estadística que decía antes del 98% de Start Ups que mueren en menos de dos años.
- Jamás propongas cobrar por resultados: simplemente no es nuestro negocio. Ya asumimos nuestros propios riesgos y trabajamos suficientemente duro para sacar adelante nuestras empresas. Pedirme que trabaje por resultados es como decirme que tu idea de negocio es mejor que mi empresa en funcionamiento.
- Puedes ofrecer una participación en tu negocio a cambio de trabajo: aunque es difícil que alguien lo acepte, empresas como Twitter se han valido con éxito de esta técnica cuando estaban empezando (aunque no con pocas dificultades).
¿Qué es Silicon Valley?
Es la zona geográfica que comprende el sur del área de la Bahía de San Francisco, al norte de California.
El término (Valle del Silicio) alude al elevado número de empresas tecnológicas ubicadas en la zona (el silicio es un elemento químico usado en la fabricación de procesadores y semiconductores).
Si Silicon Valley tuvo padres, esos fueron el físico William Shockley, premio nobel, inventor del transistor y profesor de la universidad de Stanford, y Frederick Terman, también profesor de la universidad de Stanford y promotor de la utilización de un área de la universidad para el desarrollo empresarial de la zona, facilitando a los estudiantes el acceso al capital riesgo.
Fue la participación en dicho programa de William Hewlett y David Packard, que acabarían constituyendo una de las primeras compañías tecnológicas no relacionadas con la NASA o el ejército, uno de sus mayores éxitos.
Algunas de las compañías más conocidas con sede en Silicon Valley son: Adobe, Apple, Atmel, Cisco, eBay, Electronic Arts, Facebook, Google, hp, Intel, Intuit, McAfee, Nokia, NVIDIA, Oracle, Palm, PayPal, Sun, Symantec, Tivo, Verisign o Yahoo!
Para colmo, en Silicon Valley se encuentran dos de las más reputadas facultades de ingeniería del mundo, la de la Universidad de Berkeley y la de la Universidad de Stanford.
Todo esto ha convertido a Silicon Valley en la zona del mundo con mayor concentración de empresas tecnológicas, start ups, talento informático y capital riesgo.
No hay emprendedor tecnológico en este planeta que no tenga un ojo puesto en Silicon Valley o sueñe con tener algo que ver con ello tarde o temprano.
Casos de éxito
En USA, sobre todo Silicon Valley
Casi cualquiera que se te pueda ocurrir: Apple, Microsoft, Intel, hp, Google, Instagram, Pinterest, Facebook, twitter, linkedin, spotify, basecamp (gestión de proyectos), you tube, zynga (la granja del Facebook), evernote (gestión de notas), kickstarter (consigue financiación para tu idea), eBay, Yahoo!, …
En España
También tenemos unos cuantos casos que han triunfado y alguno que está cerca: tuenti, 24symbols (un spotify de libros), neomed (red profesional de médicos), Quieru (marketplace de productos de belleza), idealista, Timpik (busca compañeros para practicar tu deporte) o Top Rural (portal de turismo rural), este último recientemente adquirido por un grupo norteamericano por 14 millones de dólares.
Todo tiene su ciencia, y montar una Start Up no es diferente
Lo que acabo de contar en este artículo es el A-B-C que cualquier emprendedor de innovación o tecnología debe conocer.
Si para ti es nuevo, para y reflexiona. Olvídate de los plazos que te habías impuesto y dedica los próximos meses a leer y a formarte en tecnología, ventas, publicidad y administración de empresas. A empaparte del mundo de la inversión privada y el capital riesgo; y cuando lo hayas hecho vuelve a decidir si quieres sumergirte en esta excitante pero difícil aventura.
El error y el aprendizaje continuo es parte inseparable del camino emprendedor, y este replanteamiento de tus ideas originales es sólo el menor de los contratiempos que te encontrarás.
Si este artículo te ha descubierto cosas nuevas, no te deprimas porque te parezca que estás más lejos de tu objetivo de lo que pensabas. Mejor piensa que en realidad esta información te acerca mucho más a tu objetivo.
Más recursos
Por si te ha molado todo esto y quieres seguir profundizando, te dejo algunos recursos por los que empezar:
- Madrid Emprende. Si quieres montar una empresa debes pasar por aquí. No les puedo estar más agradecido.
- Red de Vivero de Empresas del Ayuntamiento de Madrid. Tu primera oficina, con las mejores condiciones, networking y asesoramiento.
- Historia de Silicon Valley (en inglés).
- Blog de Tetuan Valley, aceleradora de empresas en Madrid.
- SeedRocket, aceleradora de empresas.
- Foro de Inversión Privada del IESE Business School.
- TED: charlas motivadoras en California. Vídeos en inglés con subtítulos en castellano. Muy relacionado con el mundo de la inversión privada.
- Loogic: no hay día que no me entere de nueva Start Up gracias a este blog.
- Piratas de Silicon Valley: película que cuenta la historia de Microsoft y Apple.