El otro día vinieron unos chicos del IES Jaime Ferrán Al Centro Ocupacional
Taller Rafael
(Asociación para el Desarrollo de la Pedagogía Curativa y Socio terapia Rudolf Steiner,) y lo primero que comentaron fue, "he
estado cuatro horas y no he visto a ningún usuario que no sonriera en algún
momento, este es un sitio donde se respira que la gente es feliz, y eso me
gusta y mucho"
Pues bien yo he estado 740 horas es decir desde Octubre de 2013 hasta Mayo
de 2014 en unas prácticas de Integración Social, y he de decir que el
aprendizaje es constante.
En este centro a pesar de ser un centro Ocupacional para personas con
discapacidad intelectual de lo primero que me doy cuenta es que todos tienen
sus nombres y sus características propias y no como discapacitados sino como
seres humanos con sus errores y aciertos, hombres y mujeres independientes y
libres, tanto como cada uno quiera o pueda serlo.
He aprendido a mirar, a darme cuenta, a tener paciencia, a saber que las
cosas hay que hacerlas paso a paso y respetando los límites de cada uno, a
aceptar que hay cosas que no se cambian si uno no quiere, he aprendido a
acompañar, a no vivir por el otro, a respetar otras ideas por muy alejadas que
estén de mi, a ver más allá de un acierto o de un error, y etc, etc.
Pero también debo decir que todo lo anterior y en menos de un minuto y por
la caída de una taza de café, todo se derrumba y se me olvida y tengo que
aprenderlo de nuevo, y recordar todo otra vez, porque lo de antes ya no me
sirve, no me vale y así una y otra vez.
Sólo puedo decir gracias, gracias por este
viaje en un vuelo sin cinturón de seguridad. Gracias por llevarme tan lejos,
Gracias por darme la vuelta al mundo en 740 horas.