Al mediodía, las noticias confirmaron sus temores: La Internacional Escarlata había declarado la guerra.
Revista Talentos
Juan se asomó a la ventana. Las aguas del río tenían un tinte sangriento aquella mañana y en el cielo flotaban siniestras nubes rojas. Ajenas a todo, unas vacas coloradas pacían en el prado, ahora bermellón.
Al mediodía, las noticias confirmaron sus temores: La Internacional Escarlata había declarado la guerra.
Al mediodía, las noticias confirmaron sus temores: La Internacional Escarlata había declarado la guerra.