—Hijo, es hora de bajarse, ahora es turno de otro niño en el avioncito.
En un instante de vida o muerte, el piloto se aferra con fuerza al timón; los controles se encienden y apagan, el motor se ahoga, la nave en vuelo se sacude monstruosamente y desciende en picada.
—Hijo, es hora de bajarse, ahora es turno de otro niño en el avioncito.
—Hijo, es hora de bajarse, ahora es turno de otro niño en el avioncito.