Vivo en un hermoso pueblo. Se llama "Ciudad", pero es un pueblo grande. Amo que las vacas entren al terreno de la casa en la que vivo. Amo caminar y encontrar caballos o burros, como se encontrarían perros en otros lugares -que tampoco faltan-. Frente a mi casa hay ganado menor. Hace unos días, había un cochino precioso en mi calle -los perros, vueltos locos-. Me gusta. Me gusta que en el centro hay un río y árboles frondosos de troncos gruesos. Pero tiene sus desventajas...
No se puede confiar en los camiones urbanos -solo hay una ruta- y puede ser muy difícil conseguir un taxi antes de las 8:00 a. m. o después de las 8:00 p. m. Ni hablar de servicios como Didi o Uber: no hay. Así que sin vehículo propio, es muy complicado llegar a algunos puntos a algunas horas; por ejemplo, que yo llegue a la universidad a mi hora de entrada.
El semestre pasado no fue "tan así". Sí pasó varias veces que al camión se le hacía tarde y más de una vez me dejó plantada; pero este semestre es peor y se está haciendo insostenible. Hacer una hora y cuarto entre el pueblo y la ciudad -más el camino a la universidad- no me resulta muy pesado porque leo, duermo y tonteo en las redes; puedo hasta preparar clase en el camino, gracias a todo lo que es capaz de hacer mi celular; pero el no saber si podré llegar a tiempo o si podré llegar: no, no.
Hoy he gastado una cantidad considerable de dinero, tomando un taxi desde el pueblo hasta la universidad, en la ciudad. Habrá que mudarnos. Lo habíamos pensado para cuando B terminara preescolar, pero parece que tendrá que ser antes...
Vivimos en donde vivimos, justo por la escuela de B; pero con la pandemia, todavía están siendo las clases a distancia: la maestra envía actividades que realizamos en casa. No sé y nadie puede saber a ciencia cierta, cuando volverán a lo presencial, que por cierto, debido al aforo correspondiente a las medidas de sana distancia, no es de todos los días, sino de dos días a la semana. Por Ley de Murphy, capaz que nos cambiamos y al siguiente día se dispone que todos los niños a los salones; pero está siendo muy difícil mi desplazamiento a lo que es nuestra principal fuente de ingresos, así que...
Silvia Parque