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Atroz anomalía, que en la sombra, la Luna acalla
¡Cántale!; un arrullo a las penas
que por nadie son admiradas,
diluvian día a día
dejan, anémica el alma.
Alienta su atezado poso;
¡Que trabajo cuesta, verlas consoladas!...
Al viento acuden y a nosotros van;
como una atroz, anomalía.
Portemos el granizo a la alborada
que en su nácara se diluyan,
¡Que ya en la sombra, la Luna las acalla!
Cántale, un arrullo a las penas
que por nadie son atesoradas,
diluvian día a día
dejan, anémica el alma.
Carmen Silza