No estás...
Aun así siento tus pasos...
No sueles hablar...
Aún así percibo tus abrazos...
¡Y... hasta puedes no amarme a mí...
Aun así,
No puedo prescindir de ti...
Aunque tú lo quisieras,
DEL ALTAR
Nunca te habré de bajar...
¡Ni loco que yo estuviera!...
...¡Cállate, litera!...
¡Cállate, alma!...
Hoy siempre será mañana.