Austeridad
Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas. Es lo único que se cambia cuando el desgaste provocado por el sudor y la roña hace que ya no se lea el nombre. La ropa y zapatos se dejan más tiempo e incluso, cuando no están demasiado deteriorados, pueden servir para nuevos huéspedes. Estos vienen fuertes y saludables. Son los que cavarán los grandes fosos.
Torcuato González Toval
Y este es el otro relato que presente a Relatos en cadena de la SER