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Australia

Publicado el 05 enero 2010 por Vagabond
Australia
Con este post inicio nuevamente a hablar de mis primeros viajes. Introduzco ahora un continente al otro lado del mundo: Australia; que ha ejercido y aún ejerce una fuerte atracción entre la mayoría de las personas.
Un continente nuevo que representa para algunos la naturaleza más salvaje rodeada de grandes espacios y fuertes contrastes. El clima al sur es bastante estable, no existen grandes variaciones de temperatura, hay verdes praderas y delicadas colinas donde descansan la mayoría de las ciudades industrializadas y también donde se ha asentado la comunidad italiana más grande. En el centro existe un clima subtropical, oceánico y ventilado, un verdadero paraíso climático donde podemos hallar a Sidney y Brisbane, grandes ciudades modernas, muy funcionales y en continuo crecimiento. Luego hace su aparición el norte tropical, Port Douglas, Cairns y por supuesto, Darwin, una verdadera ciudad de frontera con una amplia variedad de servicios.
En el mismo centro del continente se halla el desierto rojo y el mítico Ayers Rock o Uluru, nombre que dan los aborígenes a esta inmensa piedra que se erige en el medio del desierto. Muy cercana se encuentra la ciudad de Ayers Rock, inicialmente un pequeño pueblo que se ha transformado a ritmo de vértigo en una gran ciudad. Necesitan, por lo tanto, de algunas figuras profesionales.
Otra ciudad que está sufriendo una fuerte expansión es Perth, ubicada en la costa oeste se levanta mirando al mar a cientos de kilómetros de cualquier otra ciudad, es un sitio que muestra sus grandes rascacielos rodeados de desierto.
Otro mito alrededor del continente rojo nos dice que allí hay espacio y trabajo para todos. Pues espacio si que hay, Australia tiene alrededor de 17 millones de habitantes pero tengamos en cuenta que el 70% de su territorio es desértico y por ende, inhabitable. Pero trabajo…
Australia
Mi primer y único viaje al continente australiano fue en el 2004. Fueron solo unas vacaciones de poco más de un mes. Realmente deseaba ir desde hacía bastante tiempo pero el trabajo no me brindaba demasiado tiempo libre. Así, he acumulado las vacaciones de dos años y cuando tuve los días necesarios le comuniqué a mi jefe que tomaría mi merecido descanso. Recuerdo que me miró con cierto recelo, como quien espera no volverte a ver. También algunos colegas del trabajo mostraron la misma reacción. Probablemente la sola palabra: Australia provoca este efecto, uno dice: “Voy”, mientras que los otros te preguntan incrédulos: “¿Regresarás?”
Así, he prenotado el vuelo de Jal, una compañía japonesa y un buen día dos de mis amigos: Mario y Emilio me acompañaron al aeropuerto de Malpensa para el embarque. La excitación era mucha, probablemente por todo aquello que he visto y leído sobre mi destino turístico, por el deseo de ver aquel inmenso parque natural y salvaje. Sabía muy bien que partir estando predispuesto positivamente no ayuda a ser objetivo pero en aquel momento no me importó para nada y me dispuse a tomar el avión con gran expectativa. Realmente no veía el momento de ver el continente desde el espacio, apreciar la barrera coralina de la Gold Coast.
Finalmente embarqué… pero a partir de aquí es otra historia… y la continuación de post sucesivos…

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