Ya en la notaría, vio al gato de su tía dormitar sobre el regazo del abogado familiar, que sonreía de una manera que no le gustó nada.
Revista Talentos
Acudió a la lectura del testamento visiblemente emocionada. Esperaba recibir una cuantiosa recompensa por tantos años desperdiciados cuidando de "esa asquerosa anciana decrépita".
Ya en la notaría, vio al gato de su tía dormitar sobre el regazo del abogado familiar, que sonreía de una manera que no le gustó nada.
Ya en la notaría, vio al gato de su tía dormitar sobre el regazo del abogado familiar, que sonreía de una manera que no le gustó nada.