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Avatar: Cine 4.0

Publicado el 18 febrero 2010 por Gcpg
Avatar: Cine 4.0Al final he ido a ver la película de moda, Avatar de James Cameron, y si hay alguna palabra que resuma esta película es ESPECTACULAR. Si consideramos que la versión 1.0 del cine es el cine mudo, la 2.0 el sonoro, la 3.0 el color, estamos ante la versión 4.0 del cine: las 3 dimensiones. Rodada en Digital 3D, a una velocidad de 144 imágenes por segundo en la que se van proyectando intercaladamente los fotogramas del ojo derecho y los del ojo izquierdo, realizándose posteriormente un filtrado mediante filtro polarizadores de forma que cada ojo recibe una imagen desde un punto de vista distinto y el cerebro compone la sensación de profundidad mediante la fusion de ambas imágenes.
Los datos de la película son tan espectaculares como su presupuesto: 237 millones de dólares, más otros 150 millones para la promoción, según thewrap.com. Según comentaba Paul Gunn, administrador de sistemas en Weta Digital, empresa responsable de los efectos visuales, para el renderizado de la película se han utilizado 4.000 servidores HP Blade que contaban con 35.000 núcleos y 104 Tb de Ram y una capacidad de almacenamiento de 2 Petabytes, de los cuales, la película final ocupó algo más de la mitad. A pesar de esta fuerza bruta, hubo escenas que tardaron hasta 48 horas en procesarse y es que según la noticia, cada minuto (¿segundo?) de Avatar ocupa 17,28 Gb. Por cierto el sistema operativo encargado de todo este proceso fue un Linux, concretamente Ubuntu Server, cosa que no ha debido sentarles demasiado bien a los "chicos de Redmond" }:-)
Todo este despliegue técnico está al servicio de un guión bastante normalito, según el propio Cameron, escrito en dos semanas en 1994, previsible en todo momento y con unos personajes bastante planos y superficiales, en el que no faltan los mensajes antimilitaristas, anti-imperialistas y un poco de propaganda de la nueva religión de moda, el ecologismo, incluyendo alusiones a la hipótesis GAIA, la Pachamama y la madre Tierra.
La acción transcurre en el año Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington) es un ex-marine confinado en una silla de ruedas que, a pesar de su cuerpo tullido, todavía es un guerrero de corazón. Jake ha sido reclutado para viajar a Pandora, una luna del planeta Polifemo, en sustitución de su hermano gemelo muerto, donde las corporaciones están extrayendo un mineral extraño, el unobtainium, que es la clave para resolver los problemas de la crisis energética de la Tierra y los financieros de la compañía que lo extrae, ya que se paga a 20 millones el kilo. Al ser tóxica la atmósfera de Pandora, ellos han creado el programa Avatar, en el cual los humanos "conductores" tienen sus conciencias unidas a un avatar, un cuerpo biológico controlado de forma remota que puede sobrevivir en el aire letal. Estos cuerpos están creados genéticamente de ADN humano, mezclado con ADN de los nativos de Pandora, los Na'vi. Ya en su forma avatar, Jake puede caminar otra vez. Ha recibido la misión de infiltrarse entre los Na'vi, los cuales se han convertido en el mayor obstáculo para la extracción del mineral. Pero una bella Na'vi, Neytiri (Zoe Saldana), salva la vida de Jake, y todo cambia. Jake es admitido en su clan y aprende a ser uno de ellos, lo cual le hace someterse a muchas pruebas y aventuras. Mientras, los humanos siguen con su plan, confiando en que la información de Jack les sea útil. A partir de este momento, la película se hace cada vez mas previsible, Jack se integra cada vez más con los Na'vi hasta llegar a ser uno mas de ellos. Se enamora y se ¿casa? con Naytiri mediante la unión de esa suerte de "conectores USB" que llevan incorporados al final de su coleta y que les sirven para conectarse a cualquier cosa del planeta.
Afortunadamente, la espectacularidad de las escenas y el ritmo narrativo de la película consiguen que tanta previsión se haga muy agradable de ver e incluso guste, a pesar de que muchas de los planos están más orientados a la exhibición de la tecnología 3D que a la narración de la historia.
También me han llamado la atención un par de detalles. Por un lado, el personaje encarnado por Sigourney Weaver fuma. En los últimos tiempos, el hecho de fumar era algo reservado a "los malos" de la película, pero en este caso no es así. Me imagino que las asociaciones de talibanes anti-tabaco habrán puesto el grito en el cielo. El otro detalle que también me ha llamado la atención es la calificación por edades. Según consta IMDB.com, en la mayoría de los países está calificada para mayores de 12 o 14 años, mientras que en España, se ha calificado como para mayores de 7 años. Tanto unas como la otra me parecen excesivas. por el lenguaje soez empleado por el general como por las escenas violentas en la batalla final, no creo que sea adecuada para infantes de 7 años. No es una película infantil, pero también me parece excesiva la calificación de 12 años. En este caso, en un término medio, y siempre dependiendo de cada niño, creo que estaría la virtud.
En mi opinión, es una película absolutamente recomendable, siempre y cuando uno sea consciente de lo que va a ver. No es "cine de autor", y creo que nadie en su sano juicio invertiría esa cantidad de dinero en una película "de autor". Es pues, un producto comercial, pero es un buen producto. Creo que merece la pena asumir "atraco en taquilla", pagar los 10 euritos que cuesta la versión en 3D y soportar el hedor a palomitas durante las dos horas y media que dura la película. El espectáculo merece la pena, aunque yo sigo sin entender por qué es imprescindible deglutir un cubo de 5 litros de palomitas y un vaso de litro y medio de refresco para disfrutar de una película. Tal vez vez sea porque yo soy de la época del "Cine-estudio Griffith", que con treinta duritos de la entrada y un par de botellines en el descaso pasabas muy buena tarde en un programa doble y no era necesario "cebarse" a palomitas.
En resumen, creo que estamos ante una película que hará historia. Al igual que "El cantor de Jazz" no pasó a la historia por su calidad artística, pero si por el avance tecnológico que supuso la introducción del cine sonoro, Avatar pasará a la historia por el avance del uso de las tres dimensiones, y al igual que ocurrió con el color, es muy probable que esta tecnología, hoy por hoy muy cara, empiece estando reservada a grandes superproducciones destinadas a obtener píngües beneficios, termine por imponerse en cualquier producción, hasta el punto de que, al igual que hoy en día, casi nadie rueda en blanco y negro, dentro de unos años, casi nadie ruede en dos dimensiones. Sólo espero que para entonces hayan desarrollado algún modelo de gafas 3D más cómodas para los que ya llevamos gafas.

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