30-04-2022
Tenía ya demasiadas ganas de viajar, de perderme por el mundo, se que esto es a pequeña escala pero lo estoy disfrutando igualmente… seguramente soy la persona mas pesada del mundo, no se si volveré a hacer videos al respecto, tengo ganas, pero me ata un poco la timidez, mi trabajo me obliga a viajar por mi comunidad autónoma, algo que a pequeña escala me permite conocer y recorrer zonas desconocidas, mezclarme con extraños extraordinarios, aquí, en estas páginas (y puede que con algún que otro video) os iré mostrando lo maravilloso que es el mundo si te atreves a mezclarte sin miedo con las personas que en el habitan, aquí van mis primeras impresiones de estos 6 días de viaje que sin ser nada del otro mundo y sin la necesidad de atravesar frontera alguna han resultado ser extraordinarios.
En villaba dormí tres noches en un albergue donde conocí a personas fantásticas que estaban realizando el camino de santiago, la primera noche cené y charlé largo y tendido con un chico austriaco que me invitó a cerveza con el que tuve una fascinante conversación sobre su país y sobre diferentes puntos de vista de la guerra de ucrania y las diferencias que encontraban entre España y Austria (el carácter de las personas, la política, los hábitos de vida…) ese mismo día conocí a los dueños del albergue, un matrimonio encantador que me ayudó en todo lo que pudo y me trató prácticamente como un hijo a pesar de ser yo un desconocido, durante los cuatro días hablamos de sanidad, podología, deporte, el camino de santiago, historias y anécdotas de peregrinos, sin duda unas personas adorables y enternecedoras que trataban a todos los huéspedes con una dulzura que jamas en mi vida he visto, sin duda un lugar para recordar, me reí mucho con ellos, es increíble, ver como en tan poco tiempo alguien puede ser tan cercano con un completo desconocido como esa pareja fue conmigo.
Si los primeros días los había compartido con mi amigo austriaco que me invitaba a charlar en torno a unas cervezas, el tercer día siguió por el mismo cauce, una pareja francesa decidió invitarme a cenar con ellos uno riquísimos macarrones que habían preparado, una vez mas desconocidos siendo extremadamente amables conmigo sin ningún tipo de explicación, disfruté mucho de esa cena y una vez mas antes de irme a dormir volví a compartir una buena charla y risas con los dueños del albergue… Mi último día allí no fue muy diferente, de nuevo hablé mucho con los dueños y para finalizar mi estancia charle de temas extremadamente duros con un chico colombiano ex militar que me contó autenticas atrocidades de su país, con fotos y videos incluidos, por mi experiencia y mis conocimientos sanitarios, creedme, en sus gestos, comportamiento, actitud y lenguaje corporal se leía a la perfección que todo lo que me decía era real, los videos y las fotos no eran mas que muestras inequívocas de que en esa cabeza había demasiados fantasmas, tics nerviosos, miradas esquivas, aparente normalidad pero nerviosismo entre palabras, trate de aconsejarle que buscara ayuda, no es positivo que un chico joven guarde semejantes barbaridades de guerra y guerrillas internas en su cabeza, ningún veinteañero debería de guardar en su mente conflictos armados, torturas y asesinatos, pero supongo que la vida es así para mies de personas y hoy en día tristemente lo vemos mas que nunca en nuestras vidas cada vez mas y mas cerca, simplemente resaltar que esto no es un caso aislado, las guerras y las guerrillas están por todas partes, todos los días, cada segundo son millones de personas las que sufren al respecto, ese chico era una victima mas, sus temblores, escalofríos, voz cortada, mirada esquiva, nadie debería de matar por obligación de un estado o necesidad de un plato de comida y menos adolescentes.
Tras este tono ácido y triste que me dejaba mi último día en ese maravilloso y variopinto albergue, cerré mi estancia con dos notas muy positivas, una vez mas una conversación súper divertida con los dueños del local y una última charla con un desconocido, un checo algo rudo pero interesante que me contó cosas apasionantes sobre su país, lugar en el que nunca he estado pero al que no he de tardar en ir… mi ansia de viajar y recorrer el mundo con una mochila a mis espaldas no hace mas que reafirmarse sin parar y gravarse a fuego en mi piel. A penas llevo una semana fuera de casa, ni si quiera he salido de mi país y ya he vivido cinco días extraordinarios donde he compartido cervezas con un austriaco, cena con un matrimonio francés, anécdotas con un chico checo, he llorado con un exmilitar colombiano y me he muerto de risa con un matrimonio de abuelos gallegos… el mundo es extraordinario, la aventura no ha echo mas que empezar.
CONTINUARÁ