y nos sentíamos señores feudales de un trozo de aire en lo alto
mientras nos licuábamos en sueños
después vino Louis convenciéndonos que el mundo es maravilloso
y que bastaban las ganasque la guerra estaba ganada con el convencimiento del camino justo
y que podíamos confiar en las estrellas
después no vino nada
sólo imágenes de desesperación
en una búsqueda cada día más estéril, más difícilmás de elefante que vaga
quemando un poco de tiempo
antes de encaminarse a su ausencia definitiva