¡ Aviso para maridos infieles!

Publicado el 23 septiembre 2015 por Marynela


Lisa, de la que solo conocemos el nombre, ya que no se sabe su apellido, ya que ha querido permanecer en el anonimato, como tampoco conocemos el de su marido, del que solo sabemos que se llama Paul y que viven en Yorkshire del Sur (Reino Unido), bueno ella sigue allí, él no sabemos dónde ha ido a parar.
Resulta, de que Lisa, se enteró de que Paul, le ponía los cuernos y no le sentó, nada, pero que nada bien, y en vez de montarle una escena, tirarle la ropa por la ventana, ponerle las maletas en la puerta (esto mejor no, que hay que hacer la maletas), mandarle un “guasa” de ahí te quedas, cambiar la cerradura, etc., etc., optó por un medio que le doliera más y que encima se enterara el mundo mundial, así que tuvo una idea genial, de esas que solo tienen las mujeres despechadas, cuando necesitan pegarle una patada en el culo al infiel.
Se fue a la agencia de publicidad Kong Media y contrato una valla publicitaria, para poner en la carretera más concurrida, Sheffield Parkway, en hora punta, ya que los atascos son monumentales, en la dirección que iba a tomar, el susodicho Paul, cuando fuese a trabajar y se enterase, de que ella le había dado puerta, ya que la valla, ponía más o menos, ya que servidora, de inglés ni papa:



- A mi infiel marido Paul. Tienes lo que te mereces. Cuando llegues a casa no voy a estar. Que disfrutes con la otra. ¡Vete a la mierda! (esto último lo digo yo) y la traducción es mi interpretación, que me perdonen los que saben inglés y si es posible me lo traduzcan.
Lo que sí se sabe es que se gastó cientos de libras, según confiesa Marcos Catterall, el director de la agencia, aunque no especificó exactamente cuánto. A la gente le encantó el mensaje, aunque piensan que debería haber dado los apellidos, al menos él de Paul, para que no hubiera dudas, de que Paul se trataba, aunque seguro que más de un Paul, se acojonó y más si su pareja se llama Lisa, ya que son nombre muy comunes.
¡Vamos que fue pelín cobarde!, pero yo la aplaudo, seguro que el infiel, se dio perfectamente por aludido y se llevó el sofocón de su vida.