¡ay, mi preñaita!

¡AY, MI PREÑAITA!

Embarazada te dejé,
aquel día de verano,
sin agobios del enano,
que nos dimos el gustazo,
¡Ay, mi preñaita!

No te atrevías a decírmelo,
porque a llorar pensabas me pondría,
pero acogí la noticia,
de la mejor manera que podía,
¡Ay, mi preñaita!

Juntos se lo dijimos,
a mis dos hermanos,
pero no al enano,
que es un marrano,
¡Ay, mi preñaita!

Fuimos a mi ciudad enseguida,
y va el enano y lo adivina.
Nadie se lo creía,
pero se lo dijeron a mi tía,
¡Ay, mi preñaita!

Hicimos boda por juzgado,
¡Ya me había casado!
Jamás me lo imaginaría,
¡Casarme, María!
¡Ay, mi preñaita!

Antes era coquito,
luego que era niñita,
más tarde coquita,
¡Qué lío, mujercita!
¡Ay, mi preñaita!

Pero mi hermano,
será su padrino, el enano,
y le cuidará muy bien,
como su padre también,
¡Ay, mi preñaita!

Yo soy un comodón,
y tu engordas mogollón,
vaya pareja de dos,
¡Pero te quiero un montón!
¡Ay, mi preñaita!

Libros de aventuras,
autoescuela suspendida,
¡Pero mi vida!
¿Qué has hecho a parte de descansar?
¡Ay, mi preñaita!

Pero como te quiero,
te amo un montón,
más que la siesta de Bolsón,
y a nuestra hija, o más…
¡Ay, mi preñaita, preñaita, preñaita!

Esta historia continuará
cuando de estar preñada dejará.