Esto pasó hace doscientos dos años. Y lamentablemente se repitió muchísimas veces más a lo largo de la historia, con otros nombres, otras caras y las mismas ansias de poder.
Y sin embargo, país, los que nos levantamos todas las mañanas a laburar sin esperar más que el sueldo que nos ganamos con el sudor de nuestra frente, los nos quedamos en vos porque no se nos ocurre que exista otra tierra que nos cobije, los que robamos tiempo que no tenemos para ir a ayudar a un comedor barrial, las Margaritas Barrientos, los Juan Carr, los que aún yéndose te llevan en el acento con orgullo, los que lagrimeamos con un tango, los que pese a todo creemos que la cosa va a cambiar, que tiene que cambiar y la seguimos remando, te amamos.