Azcona

Publicado el 21 noviembre 2012 por Calvodemora
  Aquí están los pobres dignísimos en el invierno tirando a severo en donde la tos matrimonia su rancia sinfonía con el ruido del frío. La radio da el serial con partes de hambre y hay un alarde de hormigas en el sendero del aire. El crucifijo y el retrato en óvalo gris del marido a veces crápula, pero siempre cumplidor, que murió en el frente (en alguno tendría que ser) contemplan la franela otra vez bellísima de la cópula de la mujer pobre y el ocasional vecino que ha venido a resguardarse de Franco.  Estas historias nos la enseñó Rafael Azcona, pero siempre puede uno tirar de árbol genealógico y consultar a los próceres más antiguos sobre la veracidad del cuento. Hoy me he acordado del gran Azcona. El caos reinante le daría para cuatro o cinco historias buenas todavía.