Siempre que voy al Museo Guggenheim en Bilbao me detengo a contemplar el azul. Un rato largo observando el contraste de los naranjos sobre el fondo tan azul. Quizá en ese momento haya llovido y el cielo no se vea tan azul, pero ese azul siempre está presente en Bilbao, por algo llevará su nombre.
Tomada lógicamente en Bilbao