Porque sí, desde hace años, desde mucho antes que Rufián y yo nos conociéramos, cuando ni él ni yo pensábamos que algún día estaríamos juntos y recorreríamos Europa en un Ds3, El Nacimiento de Venus de Botticelli es el fondo de la pantalla de mi portátil. Y ahora el Azul Boticelli es uno de los colores que podemos escoger para nuestro coche.
Tal vez no sean sólo coincidencias…