No para de llover
Y, sin embargo,
El cielo está despejado
Mas yo no lo veo.
Es lluvia fría
Que envuelve mi alma.
Gota a gota doloroso
Que me impide ver
el infinito azul
Y la inmensidad celeste.
La lluvia cesa
y de nuevo, todo es azul.
Eso quiere que vea
quien al fin, vio.
A la memoria del escritor Enrique Laso Fuentes.