Hoy he comido mucho más chocolate del que debería. Fueron regalos de Navidad. B, aprovechando un descuido, tomó cuatro pequeños y se los zampó en unos 40 segundos. Ha tenido suficiente de aquí a su cumpleaños, en abril. Si sigue por ese camino, terminará como yo.
Por la tarde, estábamos en la cama con un libro; yo salí de la habitación para ir por un pedacito de chocolate y regresé masticando lo último que quedaba en mi boca. En cuanto entré en la recámara, dijo: "chocolate".
Silvia Parque