Yo creo que los niños siguen la ola que sus papás crean con la comida. Sobre todo, creo que los niños se acostumbran a comer lo que está disponible para ellos. ¡Pero tienen sus gustos! B rara vez me ha visto comer tomate, y ama el tomate. Dice su papá que tomó el gusto de él; pero tampoco lo ha visto comer tomate muchas veces: mucho menos con la pasión que ella le pone: persigue la bolsa de la frutería en cuanto distingue tomates dentro.
Silvia Parque