Como contaba AQUÍ, B conoció el objeto libro hace rato. En estos días, lo ha conocido mejor, con uno de los suyos (el primero que manipuló es mío; ella tiene cuatro o cinco). Ya no solo lo abre y siente el aire que pueden hacer sus páginas; ahora lo come. No hay problema porque se lo doy cerrado, de manera que coma portada semiplastificada, y no páginas de papel-papel; sin embargo, ayer le entraba con tantas ganas a una esquina, que se lo cambié por otra cosa, temiendo que lograra reblandecer el cartón.
También juega con sus toallitas húmedas, o más bien, con sus paquetes de toallitas húmedas. Parece que los colores firmes y el brillo del empaque, hacen del objeto algo sumamente atractivo y de muy buen sabor. Le interesan su bote de crema y sus pañales, pero mucho menos que los paquetes de toallitas; si tocó uno en color amarilo o anaranjado, más que mejor -por el momento, el amarillo es su color favorito-.
Silvia Parque