El pasaje Macca Vilacrosse, diseñado con un característico estilo francés, está formado por dos pasillos cubiertos que se reúnen en una rotonda. La parte superior está cubierta por una estructura de hierro en la que se reúnen llamativas vidrieras de tonos amarillentos que permiten el paso de la luz natural para aportarle un acogedor carácter bohemio.
Durante el periodo comunista las principales joyerías de la ciudad se instalaron en el pasaje, por lo que fue renombrado como “Paso de Joyería” hasta 1990, cuando recuperó su nombre original.
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Bucarest, Rumanía.