Gair ha sido condenado a muerte.
Escucha música, música poderosa, y en la ciudad santa eso sólo puede significar una cosa: es un brujo, y ha de morir en la hoguera. Aunque consiga escapar, los caballeros de la Iglesia y su cazabrujos lo perseguirán sin tregua, mientras su incipiente poder amenaza con destrozarlo por dentro.
No hay esperanza...
Ninguna salvo una hermética orden, que también ha sufrido la persecución hasta ser prácticamente aniquilada. Si Gair consigue escapar, si consigue dominar sus peligrosas capacidades mágicas, si consigue encontrar a los guardianes del Velo, quizá esté a salvo.
O puede que descubra que su lucha no ha hecho más que comenzar.
Lo primero que me gustaría comentar es que la fantasía épica, no es uno de los géneros por los que más me decante, de hecho, he leído muy poco de este género, aunque sí lo suficiente como para encontrar en
Bajo la hiedra, demasiados "motivos recurrentes"
Después de cómo se había vendido a bombo y platillo que era comparable a
El nombre del viento, es aunque sí, una gran apuesta en temas de marketing, un arma de doble filo si la novela no llega siquiera a ser aceptable. No es el caso, pero este tipo de campañas crean en los lectores unas expectativas que si no se cumplen se convierten en decepciones.
Otro punto que quisiera comentar desde el principio es la traducción del título, en la novela original:
Songs of the Earth (Cantos de la tierra) Al cambiar el título se pierde una relación importante (ahora os contaré)
Gair pertenece al grupo de elegidos que puede escuchar la música, la música que le permite el control sobre los elementos (de ahí la relación del título y esta capacidad del protagonista) entonces es descubierto y condenado a muerte, pero gracias a la intervención de Alderan, quien terminará convirtiéndose en su mentor, le salva y logra salir de Dremen con vida.
Alderan le llevará a la isla en la que Gair, aprenderá a utilizar su magia. En la escuela encontraremos los ingredientes de siempre, entrenamiento, rencillas entre alumnos y algunas gotas de romance.
"Dejó caer el paño en el agua y levantó la vista. Ella se hallaba sentada en el medio escalón que había tras él, con las piernas a su alrededor, mientras él apoyaba la cabeza en su hombro. El vapor le cubría la piel morena como un rocío y su cabello dibujaba suaves puntas, como el de un gato que regresa a la casa cuando ha empezado a llover"
Gran parte de la trama gira en torno a la escuela y a las relaciones que establece
Gair con los profesores y compañeros, sólo al final, se empieza a vislumbrar lo que serán los próximos libros.
En la página web de la autora, ya disponemos de los títulos de los dos siguientes libros de esta trilogía:
Trinity moon y
The dragon house.
La finalidad de la escuela de magia, será la de formar a futuros guardianes del velo, la línea que separa el reino de la luz, del Reino Oculto, habitado por demonios que pretenden extender su maldad y poder.
De los personajes destaca
Alderan, un personaje que comienza misterioso y avanza descubriéndose más interesante de lo que cabía esperar. Llegando a veces a destacar por encima del propio protagonista, Gair.
Algunos personajes destacan por alejarse del tópico de perfección tan presente en la literatura fantástica, este es un punto también bastante original de la novela. El papel de la iglesia en la novela, recuerda a la inquisición, por lo que junto con los personajes nos recrea una historia cercana y bastante "real"
La manera en que es tratada la magia, como un canto que nace de la tierra, me ha parecido la idea más original de la novela. La lectura es amena y sigue un ritmo constante, excepto en algunas ocasiones en que se ralentiza un poco.
Aunque si hay algo que destacar sin duda, es el final, que te atrapa totalmente, imposibilitando que puedas dejar pasar la segunda parte de la trilogía.
Espero que en los siguientes libros, la historia sea más innovadora. Tal vez la autora sepa pulir su historia y la segunda parte nos sorprenda a todos.