La marea bajó y dejó al descubierto parte de lo que había arrastrado la noche anterior. Aquel árbol unos cuantos kilómetros más arriba, había sido plantado con un único objeto, ofrecer sombra. Pero apenas le habían dejado tiempo de crecer y ensanchar su copa. Otro ocupará su lugar.
Tomada en la playa de la Bola. Getxo. Bizkaia