es que empieza a repartir los pedazos.Anónimo
Foto E.M. Paris sous la neige, janvier 2013.
Los míos siempre me ha gustado guardármelos en una cajita.Y recomponerlos de a poquito como si de un puzle se tratase.No me gusta repartirlos. Aunque he visto a mucha gente, hombres y mujeres tirarles esos despojos a cualquier ave de paso, ilusionados ante la efímera idea de vivir un sentimiento por procuración o de intentar sanar heridas abiertas.Antes que repartir pedazos, mejor volver a dibujarse un corazón rojo, que nos bese en la boca, sincero y como recién nacido, que nos estalle en mil latidos ese cansado órgano, dejándonos al borde del infarto.Así cuando de pronto llegas y me asaltan tus besos de improviso bajo la nieve, en este enero parisino, me empapo de ti toda entera y mis huellas se hunden en una nívea esperanza despojada de rencores y pronunciamos al unísono la palabra mágica... un te quiero de esos que congelan el instante.