Todo comenzó medio en broma hace unos años, cuando me aficioné a tener siempre en casa velas de la marca Yankee Candle. Son preciosas, huelen fenomenal y además son de una calidad estupendísima: enciendes una y en 5 minutos ya te huele toda la casa. Mi señora madre fuma, y como yo no soporto el humo comencé a encender velas por doquier para disimular el olor y perseguirla por toda la casa con ellas. Entonces inauguré mi colección de velas aromáticas de colores, de todos los tamaños y de muy variadas fragancias. Mi favorita, cómo no, la de color morado. A esa le atribuí casi sin pensar propiedades mágicas y la bauticé como "la Vela de la Victoria". Comencé a encenderla cada vez que necesitaba suerte para algún examen, reunión, entrevista, etc, igual que esas personas que le ponen velas a la Virgen del Carmen. Yo le ponía mi vela morada a La Oveja por si acaso.
Y como solía funcionar, (no es que yo estudiase, no, era el Poder de la Vela xD) mis amigos y conocidos empezaron también a pedirme la Vela de la Victoria para que les diese suerte en sus proyectos y empresas. Vía Twitter y Fareborn me llegaban peticiones mil, a las que yo atendía con todo mi cariño y mi arsenal velístico siempre listo. Además aprendí de las más grandes (Aramis, Espe, etc) que dependiendo del color de la vela ésta te favorecería en un asunto u otro, así que perfeccioné mi técnica balidománcica y comencé a encender mi vela naranja para los problemas de salud, la roja para los amorosos/eróticofestivos, la morada para la buena suerte en exámenes, entrevistas de trabajo o similares y la amarilla para temas económicos. Igual otros acólitos de la vela no lo hacen así, pero son mis velas y elijo el color que me sale del rizo.
Así que no lo dudéis. Si os cuento hoy esta chorrHISTORIA es porque estamos en un momento delicado y quiero ayudar al mundo de todas las formas que sé, y doy fe de que la Balidomancia funciona para aquellos que crean en ella. Por tanto, si necesitáis buena suerte en cualquier ámbito de vuestra vida, no lo dudéis: soy vuestra oveja. Haced vuestras peticiones y mis velas os ayudarán. Tenéis mi facebook, mi perfil de twitter, el hashtag #balidomancia o mi correo electrónico. Su magia tiene un rango a nivel terrestre (de momento nadie me ha pedido ayuda desde más lejos, pero todo es probar) y además así tendré la excusa perfecta para seguir comprando más y más velas sin tener cargo de conciencia.
Como Mulder, I want to believe. Hagamos que todos crean también.
Parte de mi colección. La ginebra que se ve detrás no forma parte de la Balidomancia y soluciona otro tipo de problemas.
P.d: que todo el Poder de la Oveja esté con mi amigo Paco, que fue quien me dio la idea de escribir este post.