Hace un año entró entre mis proyectos uno que consistía en la co-creación de un “banco del tiempo“. Como compañeros de proyecto, varias personas de tendencias y profesiones muy diversas pero con un objetivo común: la cosa iba de crear una plataforma (sobre soportes presenciales y tecnológicos/ software) que sirviera como complemento o alternativa a la economía basada en el dinero.
El pasado día 18 iniciamos su lanzamiento. Entre otras cosas, esto significa que ahora mismo todos podemos ofrecer nuestro tiempo/ conocimiento y también podemos demandar el tiempo de otras personas para cosas que quedan fuera de nuestro ámbito de actuación. Y que hay un sistema que lo regula y lo potencia.
Este contacto cotidiano que hoy todos tenemos con lo diverso trae cosas inesperadas a tu vida. Sobre todo si encajan con tus valores, claro. Y a veces empiezan a abrirse horizontes y a dispararse la imaginación. Ahora mismo, mi pragmatismo me lleva a pensar en qué posibilidades puede tener un “banco de tiempo” dentro de un contexto organizativo y se me ocurren tantas que supongo que me vendría bien una dosis de realismo. Por ejemplo:
- ¿No podría servir para potenciar relaciones y cohesionar equipos?
- ¿Y para descubrir talentos?
- ¿Y para favorecer la colaboración?
- ¿Y para crear nuevas dinámicas de formación/aprendizaje?
- ¿Y para desarrollar un mayor sentimiento de pertenencia?
- ¿Y para avanzar hacia formas más participativas/inclusivas en la toma de decisiones? (al respecto, puedes echar un vistazo a la parte del “código de funcionamiento” que se refiere a la forma de tomar decisiones en las asambleas)
- ¿Y para…?
Quizás te interese explorar este nuevo territorio. Para ello te dejo el enlace a la wiki en la que hemos ido haciendo el repositorio de nuestros descubrimientos. Desde él puedes acceder prácticamente a todo lo que hemos desarrollado (también a las cuentas de twitter y facebook). Y quizás te sientas animad@ a hacer algo parecido en tu comunidad… ¿o en tu empresa?