Bandera roja

El viernes pasado cuando bajamos a la playa vimos que estaba puesta la bandera roja. Había unas olas como pocas veces las he visto y daba hasta miedo acercarse a la orilla. Como ya habíamos bajado pues decidimos quedarnos un rato para que el niño jugara en la arena. Al ratito de estar allí llegaron unos papas con una niña de unos ocho años y un niño de la edad del mío más o menos. Pusieron los manguitos al niño y el padre junto con los dos hijos se metieron en el agua. Mi marido y yo pensamos que se iban a quedar en la orilla, pero que va, se fueron metiendo un poco más y un poco más, no muy lejos de la orilla pero tampoco cerca. Bajo mi punto de vista no se en que estaba pensando ese padre, lo primero por meterse al agua con sus hijos según estaba y lo segundo porque que hubiera pasado si el agua arrastra hacia dentro a uno de ellos, ¿qué hubiera hecho con el otro? Al ratito se le unió la madre con una colchoneta para montar al pequeño. Yo estaba todo el rato mirándoles porque pensé que alguno se lo llevaba el mar para dentro. Con bandera roja, con un mar que daba miedo mirarlo aunque no hubiera estado la bandera y ellos cuatro tan tranquilos allí dentro jugando como si el mar estuviera en total calma. Creo que mi marido y yo estábamos más preocupados que ellos. Estaba deseando que salieran del agua aunque no les veía mucha intención. Menos mal que al ratito apareció un socorrista que les dijo que salieran de allí y les hecho una pequeña bronca.

No se si es que yo le tengo mucho respeto al agua por no decir pánico pero es que no entiendo a la gente que con bandera roja se atreve a meterse alegremente al agua. Digo yo que para algo estarán las banderas y que si no sirvieran de nada pues no las pondrían. Luego nos extrañamos que ocurran accidentes.