Pues yo en cuanto a esos valores que busca Ana no me siento identificada con los que nos definen como nación, si es que los hay. Lo de la “marca España” siempre me ha chirriado bastante y no sé muy bien a que se refiere. Si estamos hablando de vender producto no sé si estamos en el mejor momento para ir presumiendo de profesionalidad, honestidad, etc.
Como dice Drexler en una de sus mejores canciones: “perdonen que no me aliste, bajo ninguna bandera, vale más cualquier quimera que un trozo de tela triste”
Hablan de la idiosincrasia del pueblo español y yo me pregunto a que se refieren exactamente, porque tanto en este nuestro país si por algo nos podemos distinguir es por la diversidad de lenguas, paisajes, costumbres y cultura a lo largo de todo el territorio nacional. Pero supongo que igualito que casi todos los países. Esos que aparecen en los mapas con las líneas fronterizas en negrita separándolos a unos de otros. Esas líneas que luego, cuando viajas, no ves.
Bueno en algunos sitios si, si las fronteras dan al sur no hay solo líneas negras sino vallas, muros y perros. Las fronteras del norte por ahora no se notan, pero no tenemos que olvidar que nosotros estamos al Sur de muchos países y en cualquier momento alguno de esos países que está más al Norte que nosotros (y algunos piensan que estar al norte es estar en un plano de superioridad no solo económica sino también moral) dibujará esa línea negra con vallas, muros o leyes restrictivas al libre paso, y si no que le pregunten a Suiza, tan liberal y neutral que parecía.
Y si me parece mal que a los suizos con un 3% de paro les entre el pánico y se dejen manipular por prejuicios y propaganda radical me parece todavía peor que nosotros contemplemos desde la orilla como cientos de subsaharianos ponen en peligro sus vidas intentando entrar en nuestro país, ya sea a nado, saltando una letal valla o escondiéndose en motores y camiones.
No sé cuál puede ser la solución, no estamos en nuestro mejor momento económico para ofrecer ayuda o trabajo a todo el que llega, eso lo sé, pero igual es que como nunca he sentido ese sentimiento patriota-nacionalista-o como se le llame, soy incapaz de discriminar entre el “nosotros” (los españoles) y todos los demás, sobre todo conociendo nuestra remota historia de conquista donde entrabamos sin llamar donde nos daba la gana (al igual que el resto de potencias e imperios europeos) y de la emigración, donde miles de españoles buscaron una vida mejor en los cincuenta y sesenta y que ahora se repite por pura supervivencia.
Es paradójico que la actual estructura del mundo, tal y como lo conocemos, los Estados, las fronteras, los sistemas políticos, necesarios se supone para una organización eficaz entre los pueblos suponga a su vez la fuente de los mayores problemas entre los seres humanos: guerras, desigualdades económicas y sociales, hambrunas, millones de desplazados, miseria y muerte.
Mientras el lugar de nacimiento siga siendo decisivo para que un hombre y sobre todo para una mujer puedan tener una vida libre, sana y
Si hubiera nacido en cualquier otro país de los llamados del tercer mundo hubiera tenido muchas posibilidades de sufrir alguno de los tipos de violencia que allí soportan las mujeres (ablación, violación, muerte) por no hablar de las guerras o hambrunas que no hacen diferencias por género. Posiblemente no hubiera tenido acceso a la educación o calidad sanitaria que he disfrutado toda mi vida. Y seguramente y dependiendo de las costumbres culturales de mi entorno familiar estaría casada con un hombre al que no habría elegido. Probablemente querría escapar de esa vida.
No me parece justo que unas líneas en negrita puedan decidir esas cosas.