Ornados de vocablos pretenciosos
quizá demasiado rebuscado
los versos ahora buscan sorprender
o maquillar la pobreza de ideas
seducido por la belleza de la rima
o, tal vez, la cadencia, apuras
en cultismos tu vacía verdad
ante tanta miseria, ante tanta
ignorancia
Donde era joya la palabra
ahora abunda la bisutería
fina y elegante, pero chapa al cabo
brillantes cuentas con las que
engañar al ojo y la avaricia
fomentar la ilusión
de quien solo hurga al vano
afán de la oportunidad
de aquello duros a cuatro pesetas
Sordos al albur de estos tiempos
inanes cuerpos que deciden
sobre luminosas pantallas
ajenos a una realidad que sobrepasa
cualquier renglón de sus falacias
escritas desde la mentira encubierta
de avatares dispersos, de mortuorias máscaras
de mortajas para envolver su desespero
Caduco en mi esperanza, se que el tiempo
me hallará verdadero en esta tristeza
y me buscareis cuando tanto evento
hueco y distante sea tan solo recuerdo
de aquella vida pasada
cuando los bares eran vida
y la calle el lugar
donde aprender los versos