"BARTLEBY Y COMPAÑÍA" - Enrique Vila-Matas

Publicado el 30 mayo 2010 por Javierserrano
El mal de Bartleby debe su nombre al personaje creado por Herman Melville, ese que rehusaba hacer cualquier actividad diciendo aquello de "preferiría no hacerlo". El mal de Bartleby es el que afecta a todos aquellos escritores que por una razón u otra dejaron de escribir, o ni siquieran empezaron a hacerlo. La obra sigue la pista de diversos autores autores afectados o relacionados con dicha enfermedad: Robert Walser, Juan Rulfo, Kakfa, Borges, Rimbaud, Pepín Bello, Hofmannstahl, Salinger, Clément Cadou, Hawthorne, el propio Melville y un largo etcétera de escritores admirados por Vila-Matas, algunos tan desconocidos como interesantes (hay que agradecer esa apertura de nuevas puertas). El autor, que en cada novela se reinventa a sí mismo, intenta buscar nexos de unión (el propio mal de Bartleby) que pongan en relación a unos escritores y otros, en una obra que es un híbrido de juego, novela y ensayo, trufado de ironía y de humor (marcas de la casa), y preñado de citas extraídas de las obras de los autores mencionados.
Un mensaje sobrevuela el texto: la única literatura posible hoy en día es aquella que parte de la negación de la propia literatura.Algunas perlas:"Todos deseamos rescatar a través de la memoria cada fragmento de vida que súbitamente vuelve a nosotros, por más indigno, por más doloroso que sea. Y la única manera de hacerlo es fijarlo con la escritura.La literatura, por mucho que nos apasione negarla, permite rescatar del olvido todo eso sobre lo que la mirada contemporánea, cada día más inmoral, pretende deslizarse con la más absoluta indiferencia." O esa otra cita que también aparece en el libro, pero que es de Schopenhauer:"Los libros malos son un veneno intelectual que destruye el espíritu. Y porque la mayoría de las personas, en lugar de leer lo mejor que se ha producido en las diferentes épocas, se reduce a leer las últimas novedades, los escritores se reducen al círculo estrecho de las ideas en circulación, y el público se hunde cada vez más profundamente en su propio fango."