Se dice, se comenta, se rumorea... que la primera novela de todo escritor suele ser autobiográfica. También que él/ella lo negará pudorosa y tajantemente.
He pensado que, tal vez, yo debería sincerarme al respecto: como no puede ser de otra forma -quién soy yo para erigirme en Juana de Arco- Evocación no es una biografía mía. Ni siquiera es mi historia. Pero sí está basada -como los folletines de una Cadena de televisión- en un hecho/problema real. Afortunadamente, la trama y el desenlace corren de cuenta de mi imaginación. El principio, tal vez no tanto... y hasta ahí puedo leer.
A mí siempre me han llamado la atención las historias con un punto de realidad. Me gusta identificarme con las protagonistas de los relatos que leo, y para eso han de ser tan mortales y defectuosas como yo... y su final debe poder ser feliz... o no. Que la vida no siempre acaba como debe.
¿No creéis...? Feliz fin de semana de parte de Marilia Martín. Esté donde esté...