PUTA
Te busqué por todas las estaciones hasta perder el juicio. Te maté por celos. Te recorrí la cara de escupitajos y de insultos, pero no me bastó. Tenía que matarte.De poco te sirvió la pulserita. Llegué antes que ellos. Te maté jodida puta. Te maté.De nada te sirvió darme tus ojos, ni esos hijos que ni sé si serán míos. ¡ A saber!De nada te sirvió ir a la escuela para leer esas mierdas que lees, de nada te sirvió esa mierda de familia que tienes ni esos amigos ignorantes que sólo te daban malos consejos. De nada.Gracias a mí supiste lo que es follar, lo que es tener un hombre, lo que es ser y estar a todas horas querida. Y aún te quejas. No sé de qué.Pero es que siempre te quejas, puta, siempre te quejas. ¿No te cansas de quejarte? Si lo tienes tienes todo. ¿Qué coño quieres?No te pintes. Ese escote. Esas lágrimas. Esos silencios. Esa comida.Esa carretera y esa puerta, cerradas.Ni te atrevas.Perdóname, no sabía lo que hacía.
MUJER
Me mataron en el intento de serlo. Exigiéndome más a mí misma de lo que nunca llegase a suponer. Hasta llegar a caer y morder la náusea, arrastrarme en un túnel. Hospitales. Válvulas. Pastillas. Medicación y citas en psiquiatría. Todo por ser mujer. Lavarte la ropa. Hacerte los bajos del pantalón, recogerte los calcetines del suelo. Corregirte los libros, la tesis. No tener tiempo para acabar la mía. Llegar a ser más que tú y que nunca me lo perdonases. Darle de comer a los niños. Subir por la escalera de la indiferencia y los insultos. Estamparle un portazo al mamón de turno cuando te llama hija de puta por ser tú su superior y no llegar a aceptarlo porque tienes un par de tetas.En el rincón de la última noticia leo maltratadas, vapuleadas, veladas, y arrinconadas. Y no tiene fin la ignominia.Me levanto y rocío las traducciones con un poco de mala leche. Y me retiro en un hastío de reproches y de risas. Hoy aprendí a delegar, a sonreír. A crecer más humana. Los rencores se quedaron en el rincón de esas hojas de periódico deslavadas, en la dedicatoria de tu último libro, en el reverso de una manga que no tiene costuras.Hace tiempo que salgo a la lluvia sin paraguas, que me relamo en las tostadas, en los viejos croissants y disperso los miedos con jengibre. Hace tiempo que revuelvo los fideos chinos en la sopa de la indolencia, en el líquido acuoso de la irresponsabilidad y piso en el suelo las hojas muertas hasta hacerlas crujir.Luego ya me levanto del suelo y me pinto de sirena, maga, bruja y con mi fragilidad a cuestas me doy un respiro para creer de nuevo en ti, mujer.