Piquete policial
Los piquetes, esos cortes compulsivos de calles y avenidas en la ciudad de Buenos Aires son comunes y casi diarios diría yo, pero el de la imagen es un corte de la avenida para proteger una manifestación de "Ni una Menos" contra la violencia a las mujeres provocadas por el machismo exacerbado y alocado de algunos dementes.Una manifestación pacífica donde miles de mujeres expresan su reclamo de justicia a pura voz altisonante, pero debidamente justificada por los horrores que les toca vivir a muchas de ellas. Muchas no están para reclamar, su espacio lo cubren sus familiares y amigos que siguen pregonando por una justicia que los ampare y termine con tantas atrocidades.
Como hombre siento vergüenza por ese comportamiento abusivo y cobarde. No es de hombre, que se precie como tal ,ese proceder.
No es de valiente sino de cobarde. Solo un cobarde puede golpear a una mujer, generalmente indefensa por la diferencia de contextura física con cualquier varón.
Considero al golpeador como un enajenado violento que no se detiene ni ante la figura de su madre y que lógicamente debería ser separado de la sociedad.
Estamos viviendo una época donde la violencia en sus múltiples formas nos ha cercado. Los hechos delictivos se reproducen cada vez con más violencia generando día a día muertes que dejan un camino de luto en todas las esferas sociales.
El satánico combo de narcotráfico, trata de personas y el tráfico de armas mezclados con la marginalidad y la pobreza detonan una bomba cuya onda expansiva amenaza destruir todo a su paso.
Es tal su poder que corrompe desde los cimientos a las fuerzas de seguridad que tienen que combatirlo y los de la justicia que tiene que condenarlos.
No hay a la vista un/una líder convocante que aglutine a toda la sociedad marcando el camino para combatir y exterminar este flagelo.
Mientras los políticos discutan cuestiones partidarias y posiciones personales, sobre todo ante unas próximas elecciones medio término, y no hagan un alto el fuego y se reúnan para buscar una solución inmediata la guerra estará perdida.