Es complicado todo esto, por mucho que busco en San Google no encuentro a ningún experto que hable sobre estas situaciones (las separaciones) y que avise de los malos momentos que se pasan cuando tu cuerpo te ordena una cosa y tu cabeza otra, cuando tus obligaciones cotidianas no te dejan acurrucarte en esa esquina del sofáque te llama constantemente de manera telemática con la manta y la caja de pañuelos preparada, de como tus chicos van a volcar su frustración o irá o lo que sea que tienen adentro en tí (porqué eres la que estás),sólo hablan de fases, que si la fase de la negación, luego la de la ira, más tarde el llanto por la culpabilidad y por último el comenzar a andar de nuevo.
Por más que las leo soy incapaz de saber en cual estoy en este momento, me podría identificar con cada una de ellas según la hora del día que esté viviendo, es como si las metiese a todas en la batidoray fuera tomando sorbos a lo largo del día porque en 24 horas paso por todas esas fasesdos o tres veces
Cuando me despierto y me veo sola ante el nuevo día lleno de pequeños retos me digo a mi misma que hoy firmo el armisticio, que me da igual mi autoestima y mi vida, que yo sola con todo esto no puedo, después del primer café y de que la sangre comience a llegar al cerebro gracias al pedaleo a -2ºC asoman rememoraciones de todo lo pasado y me enfado y me hago jurar que sólo firmaré esa tregua pasando por encima de mi cadáver, a media mañana recibo un whatsapp de quién sea preguntándome que tal los chicos y entonces se me humedecen los ojos y me ahoga el sentimiento de culpabilidad y egoísmo pero como en el trabajo está terminantemente prohibido mostrar cualquier sentimiento, me recompongo, cambio el chip y acabo dándome palmaditas en la espalda por la suerte que tengo de tener una vida por delante distinta a lo que he tenido hasta ahora, la alegría dura lo que tarda en aparecer el siguiente obstáculo cotidiano que por nimio que sea se convierte en todo un reto, es entonces cuando me doy cuenta de que estoy sola, que él ya no está ahí y comienzo de nuevo el bucle de las fases con una negación a creer que esto me haya pasado a mi porque estas cosas sólo les pasa a los demás........para al final entrar en la fase REM del sueño con el último pensamiento de que ya no tengo a nadie que me caliente los pies.Pero de todo lo que está pasando lo que más sorprendida me tiene es el nacimiento de una fuerza interior (totalmente desconocida hasta ahora) que me empuja a querer demostrar al mundo entero (que es con quién, inexplicablemente, sigo enfadada) que yo sola puedo con todo, que soy una mujer independiente (tipo sexo en new york pero en cutre) y que no necesito nada de nadie, que yo solita soy capaz de bregar con todo, que yo puedo:Desempeñar mi trabajo por cuenta ajena como una jabata sin que nadie note mis circunstancias.Llevar y traer a los chicos con buena cara a pesar de ser la quinta vez que hago el mismo recorrido y una vez en casa..Hacer de díana para sus iras evitando que sus palabras me hieran de gravedad y hacerlo con una sonrisa (para conseguir esto me meto una sobredosis de paciencia que me ha dado mi amigo el chino).Tener la casa mucho más limpia que antesPor descontado que "estar al día" con la lavadora y la plancha (cosa desconocida... el cubo de la ropa sucia y la cesta de la plancha vacíos)Enfrentarme cada mañana al espejo con mortero, brocha y cincel haciendo verdaderas obras de ingeniería cubriendo los surcos negros que rodean mis ojosY por supuesto seguir estupendaPero todo esto es de puertas para afuera, lo que pasa de puertas para adentro lo dejo para otro día.