Béla terminaría estudiando interpretación en la Academia de Música y Artes de Budapest. Apróximadamente a los 19 años, él comenzaría con su carrera teatral utilizando el nombre artístico de Arisztid Olt. En el teatro tendría la oportunidad de encarnar a toda clase de personajes y explorar distintos géneros, cosa que posteriormente en Hollywood no podría realizar. Durante este periodo, participaría en una buena cantidad de obras de Shakespeare, y en otras donde interpretaba papeles de galán. Precisamente, ya en esa época, Béla tenía fama de mujeriego, algo que mantendría durante el resto de su vida, siendo infiel en todos sus posteriores matrimonios. En 1911, el actor su mudaría a Budapest donde se integraría al Teatro Nacional de Hungría, donde según el mismo Lugosi, él no tardaría en convertirse en el actor principal de la compañia teatral. Sin embargo, existen pruebas de que el actor solo consiguió papeles menores, con la excepción de una ocasión en la cual tendría la oportunidad de interpretar a Jesús.
Cuando la situación en Alemania comenzó a complicarse debido a la ascensión del nazismo, Lugosi tomó la decisión de mudarse a los Estados Unidos a fines de 1920, pese a no manejar muy bien el inglés. Al año siguiente conocería a Ilona Von Montag, con quien contraería matrimonio. Sin embargo, debido a las infidelidades del actor, la pareja terminaría divorciándose en 1924. A su llegada a los Estados Unidos, el actor comenzaría a utilizar de forma definitiva el nombre de Béla Lugosi, el cual utilizó ocasionalmente en Europa, no sin antes darse cuenta que su estatus de estrella en Hungría y Alemania poco le serviría en Hollywood, especialmente debido su marcado acento húngaro, del cual nunca lograría desprenderse. Luego de participar de manera esporádica en obras teatrales y desempeñar diversos oficios que no estaban relacionados con el teatro, luego de su participación en la obra “The Red Poppy”, Lugosi sería contratado para participar en la cinta “The Silent Comand” (1923), donde tendría un brevísimo papel. Fue así como comenzó a obtener pequeños papeles en cintas como “Black Camel” (1931) o “He Who Gets Slapped” (1924), donde en esta última tendría la oportunidad de trabajar junto al gran Lon Chaney.
Con tal de lograr su objetivo, Lugosi comenzó una larga y duradera correspondencia con la viuda Stoker para que esta cediera los derechos al cine de la novela “Drácula”. Lugosi, gracias a su labia, convenció a la viuda para que vendiera los derechos de la obra a un precio muy bajo. Respecto a esto, siempre se ha rumoreado que el actor consiguió seducir a la viuda Stoker por carta. Otras versiones indican que llegó a conocerla en persona. De todas formas, esto sumado a su éxito en el teatro, y a la aceptación de un salario muy bajo, terminaron convirtiendo al actor en el protagonista del “Dracula” (1931) de la Universal. Pese a los diversos problemas que presentó la producción de la cinta, esta terminó convirtiéndose en un éxito inmediato al momento de su estreno, catapultando la fama de Lugosi, el cual terminaría firmando un contrato con la Universal, además de obtener la nacionalidad americana en junio de 1931. Lamentablemente, su felicidad duraría poco debido a un error fatal: la vanidad le impidió aceptar el papel del monstruo de Frankenstein en “Frankenstein” (1931), puesto que no lo consideraba interesante al carecer de diálogo. Para Lugosi, el monstruo de Frankenstein era un personaje al que consideraba humillante interpretar. Irónicamente, el actor se vería en la obligación de encarnarlo algunos años después, con el solo fin de sobrevivir económicamente.
Esto gatilló que Lugosi comenzara a frecuentar el cine independiente, participando en la mítica “White Zombie” (1932), la cual es considerada como la primera cinta de zombies de la historia del cine. Al año siguiente, Lugosi contraería matrimonio con Lillian Arch, con quien estaría casado hasta el año 1953, y la cual sería la madre de su único hijo, Béla G. Lugosi. De vuelta a los grandes estudios, el actor protagonizaría un remake de la mítica cinta perdida de Lon Chaney, “London After Midnight” (1927), el cual sería titulado, “The Mark of the Vampire” (1935). Sin embargo, el actor deseaba interpretar papeles “normales”, de héroe o de galán, alejándose de esta forma de encasillamiento del que era víctima. Lamentablemente, fracasaría en prácticamente todos sus intentos por conseguir roles diferentes. Por ejemplo, si bien participó en la comedia “Ninotchka” (1939), del director Ernst Lubitsch, su papel era el de un villano soviético. Lo más cercano a un héroe que interpretaría Lugosi sería el Dr. Vitus Verdegast en la cinta, “The Black Cat”, donde el villano de turno es nada menos que Boris Karloff.
Lugosi intentaría revitalizar su carrera ofreciendo sus servicios a la Universal en su nuevo proyecto, “The Wolf Man” (1941). Lamentablemente, sería rechazado y el papel le sería otorgado a Lon Chaney Jr. De todas formas, a Lugosi se le permitió interpretar a modo de homenaje al gitano Bela, quien es el otro hombre lobo de la cinta. Durante este periodo oscuro, la desgracia nuevamente golpearía la puerta del actor. Las heridas que había sufrido durante la guerra se habían convertido en un mal crónico para él, por lo que tras probar sin éxito remedios naturales para mitigar su dolor, terminó consumiendo opiáceos. Lentamente, y sin pretenderlo, se terminó convirtiendo en un drogadicto. Para 1943, Lugosi estaba casi en bancarrota y se encontraba muy enfermo. Esto lo empujó a interpretar al monstruo de Frankenstein en la cinta, “Frankenstein Meets the Wolf Man” (1943). Lamentablemente el resultado fue desastroso; tanto la crítica como el público se burlaron de su actuación, lo que sin duda humilló a Lugosi y lo terminó arrastrando a un espiral descendiente del que ya no podría salir.
Durante este periodo, Lugosi filmaría algunos videos en los que daba clases de matemáticas a los niños, los cuales sin duda resultan bastante curiosos. En el peor momento profesional y personal del actor, aparecería en su puerta un joven y ambicioso director llamado Edward D. Wood Jr. Él era un ferviente admirador de Lugosi, y estaba decidido en convertir al actor nuevamente en una estrella. Sin embargo, pese a sus buenas intenciones, las cintas de Wood estaban lejos de ser obras maestras (de hecho, es sabido que ostenta el título del “peor director de la historia”). El director le ofreció a Lugosi el papel de narrador en “Glen or Glenda” (1953), y el papel protagónico en “Bride of the Monster” (1955), dos películas repletas de falencias técnicas pero realizadas con bastante corazón. En esta última, el personaje de Lugosi realiza un monólogo casi autobiográfico, donde reflexiona acerca de su situación (solo, exiliado, olvidado y humillado), demacrado y casi llorando, lo que sin duda es el momento más conmovedor del film. Esto le devolvió la ilusión a Lugosi, cuya última película de estudio sería, “The Black Sleep” (1956).
por Fantomas.