Porque una Nochebuena más vengo a felicitaros las fiestas después de dos copichuelas de vino y otras tantas de cava.
Porque hay reuniones por las que no pasa el tiempo, y espero que sea así para siempre.
Porque el turrón sabe igual de bien aunque estés en paro y sin un duro.
Porque hay detalles que te hacen sonreír cuando menos te lo esperas. Como esto: