El corazón es llave de muchos mundos. La sensación que este nos emerge ha de ser de poderío, de satisfacción, de ser humano nacido para dar algo más que amor.
A veces al sentirnos alegres podemos buscar una belleza exterior en las personas, pero sin embargo hemos de reconocer que la confianza no nos la gana un ser guapo/a, ni atractivo/a sino que nos atraen las buenas personas.
Las personas somos capaces de jugar con nuestra propia belleza interior, representando como en una obra de teatro personajes que no nos pertenecen, a veces nuestras palabras no van ligadas a nuestros pensamientos y nuestros pensamientos no van ligados a nuestros sentimientos.
Tal vez huímos de nuestro propio "yo" o tal vez buscamos un "yo" que consiga satisfacer nuestros pensamientos.
Sea lo que sea, nuestra belleza interior se define como aquella sensación que uno tiene de ser él, y cambiarnos a cada uno no debe ser un juego, cada persona se constituye con unas diferencias, unos somos más feos, pues dejemoslo ahí eso nos hace ser nosotros, o mejor dicho nos hace ser realmente nosotros.
Tal vez cada persona pinte su vida, pero nuestro ser nació pintado, e igual que los animales no se adaptan a cualquier ambiente diferente al suyo, pues nosotros igual tenemos que ser cada uno.
Así que ya sabes amigo/a haz de tu vida, una realidad, se tu mismo y haz que el resto de personas disfruten de tu realidad.