Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Diez días antes del gran desfile, la noticia en todo Berlín es el Carnaval de las Culturas. En mi clase de alemán, en Volkshochschule, no podía ser de otro modo. Durval el brasileño y Marcin el polaco, están ansiosos por participar. Como en el resto de Berlín, en la escuela conviven armoniosamente culturas tan disímiles como la latinoamericana, iraní, coreana o libanesa; razas, costumbres, tradiciones y lenguas; objetivos, edades e historias. El gran público toma las calles y puede ver gratuitamente muestras culturales de todo tipo, en un ambiente pacífico y efervescente. Bandas y artistas de todo el mundo llegan a este festival y pueden ser vistos de cerca por todos.
De una u otra forma, en estos días las actividades en Berlín giran alrededor del Carnaval, la fiesta urbana que se celebra durante cuatro días e incluye un gran desfile, con bailes, carros alegóricos y la participación multitudinaria de todos los sectores. Grandes empresas auspician grupos, asociaciones culturales y comparsas. Es una forma de resumir la pluralidad de Berlín y su rechazo al racismo, al nacionalismo y toda forma de discriminación.
Inclusión es el concepto principal de este mega evento que se iniciara en 1996. Desde entonces, y aunque el racismo aún persiste, la población berlinesa la combate y arrincona, la confronta y denuncia. Y Karneval der Kulturen es una muestra de ello. La gente puede participar de las comparsas bailando dentro de ellas. Se pueden ver grupos étnicos diversos compartir bailes, danzas, representaciones artísticas y culturales en un mismo espacio. Es muy común ver las comparsas africanas atiborradas de europeos; los grupos musicales o de baile andino latinoamericano, acompañados por asiáticos y europeos, etcétera. El Carnaval de las culturas es heterogéneo, diverso . Es un claro mensaje de repudio a los neo nacionalismos y derechas radicales que, por cierto, todavía subsisten y persisten.
BAJO EL SOL TODOS SOMOS IGUALES
La transculturación, la cultura de la diversidad, la tolerancia y la inclusión hacia otras formas del pensamiento, arte, color de piel, lenguaje, religión o ideología, son las banderas que Werkstatt der Kulturen, organizadora del evento promueve y propugna.
El desfile, pleno de entusiasmo y alegría, se inicia entre la Urbanstraße y Hermannplatz, recorre la Hasenheide, Gneisenaustraße, dobla hacia Yorkstraße y termina en la intersección con Möckernstraße en el histórico barrio de Kreuzberg, aproximadamente a las 21:30 y en medio de la algarabía general.
En el Karneval der Kulturen se mezclan razas y pieles, idiomas, religiones y costumbres. Se trata de la expresión artística que retrata la vida cotidiana en Berlín. No hay distingos, no hay excepciones, no hay exclusiones. La Alemania de estos tiempos convive pacíficamente en su generoso territorio que acoge a todos por igual. En especial en Berlín se puede decir que sus habitantes son ciudadanos del mundo. El Carnaval de las Culturas es la celebración de esa hermandad cotidiana. Son cuatro días de homenajes a la tolerancia y el respeto mutuo.
El Carnaval tiene su corazón entre cuatro hitos principales: Zossener Straße y Blücherstraße para Eurasia -música asiática y europea-; Tempelhofer Ufer y Mehringdamm junto al puente Zossener, para Latinauta -música latina-; Mehringdamm para Farafina -música africana-; y Bazaär Berlin entre Tempelhofer Ufer y Waterloo Ufer. El clima es amigable, las calles hierven de gente: mesitas para beber cerveza -que junto con la caipirinha son las bebidas preferidas-, eventos de teatro, puestas de arte, tiendas de souvenirs, gran variedad de gastronomía de todas partes del mundo, etc, forman parte del alegre paisaje del Carnaval. La gente va y viene, conversando, riendo, aprendiendo, compartiendo, reflejando en cada rincón y en cada espíritu la actual diversidad berlinesa.
Es el Carnaval de las Culturas: la fiesta del respeto por las minorías, la solidaridad con ellos, el respeto y admiración por sus historias, la celebración del internacionalismo y la inmigración, el derribo de las fronteras físicas, culturales, sociales, económicas y raciales.
Fotos y videos: Rogger Alzamora Quijano