Llegarás esta vez un martes, recién peinadito y con ese perfume que huele alafter savede después de un buen afeitado.
Intentarás robarme las caricias de un sol que todavía luce en la piel las caricias de todas las olas que bañan las tormentas de las noches de verano.Llegarás mojándome el calendario que tacha con paraguas otro nuevo otoño con sus hojas borrando días en la languidez del despertador de alguna nostalgia.Lloverás haciéndole cosquillas a mis botas altas, y dormiremos bajo el letargo del asfalto reflejando alguna lágrima, mientras con indolencia nos miremos haciéndole la raya al medio a lo que fue y aún no ha sido.Quemaremos esquirlas en la chimenea de los olvidos, bailaremos con la memoria que se mudó al ático, y abriremos aquella botella de vino con la que bañar las rosas de algún terco recuerdo, de esos que se empeñaban en seguir en un sentido único, sin sentido alguno.Bailaremos avec les Feuilles mortes, un nuevo tango, un pas de deux, con pirouette que le saque la lengua a las zapatillas rojas que ya dejamos en el altillo del armario y a mano por si nos reta con algún nuevo desafío el azar.Recordaremos que las hojas muertas, hasta reverdecieron en el corazón de nuevos amantes.Nos pondremos los guantes y reservaremos algunas castañas calientes en los bolsillos hasta que llegue el invierno leyendo a Prévert, en el banco de nuestro presente, que tanto pasado y futuro acompaña...<La imagen de la cabecera es de Cig Harvey, Red Curtains. Fotógrafo que ya he publicado en múltiples ocasiones. Enlace en su nombre si queréis visitar de nuevo su galería.