Detalle de portada
Hoy no sé si reseño un libro infantil o no. Es el que pedí por Reyes, pero no llegó a casa hasta mi aniversario de bodas. Se demoraron un poco (seis meses), pero al final cumplieron con mis deseos (siempre he tenido más confianza en mi marido que en los Reyes Magos). Mi versión es la pequeña, la de bolsillo, creo que la otra luce más aún. En cualquier caso es una pequeña obra de arte. Sus autores son David Aceituno y Roger Olmos, la editorial Lumen (que ha fichado a mi adoradísima Jenn Diaz, extremo este que agradezco hasta límites insospechados). Es un libro plagado de pequeñas historias sobre besos, donde la imaginación de los autores nos lleva a descubrir: recetas para crearlos; máquinas expendedoras; los besos más largos y los más ruidosos, los verdaderos y los falsos; besos de sirena; monstruos robabesos; besos robados, tímidos, delicados, de piratas, esperados... y por supuesto los besos termómetro. Todos encuentran su hueco, todos captan nuestra atención. Me vais a permitir que transcriba uno de los textos que más me gustan, se titula "De qué huyen los besos""De los gritos y de los cronómetros,desl exceso de perfume o maquillaje,los besos huyen de las órdenes y la ipaciencia,de alas noches que se vuelven tristes de prontoA veces se asustan del ajo,como los vampiros y de la cebolla:del miedo se asustan casi siempre.Los besos huyeen de las mentira, de la repetición desmesurada,de esos dís en los que todo sale mal.¡Ah! y al contacto con los celos,son retráctiles como cuernos de caracol.Cuanod ven a una madrastra envidiosa,a un perro gruñon o un murciélago rojo,los besos se desvanecendejando en el aire un polvillo de mariposa"Las ilustraciones son muy hermosas, densas, es un libro que se puede regalar a pequeños y mayores a cualquier persona que sea fan de los besos, de darlos y recibirlos, de entregarlos hasta al aire si fuera necesario.