Revista Literatura

Bestseller

Publicado el 12 abril 2009 por Villo
Bestseller
Y a mucha honra. Un bestseller con "tintes" parangonables a "El nombre de la rosa"(cada uno en su sitio, no muy lejano en la estantería). Es un Bestseller. Que no asuste a nadie la denominación que la misma editora se encarga de poner en el frontispicio del libro.
Muchas razones para leerlo. Es un libro de una minuciosidad en el detalle que diría que es correspondiente al hiperrreaismo en la pintura. Y de la pintura parte la primera explicación, exordio, de este libro y de la que toma el título. Alfonso Mateo-Sagasta "Ladrones de tinta" , puede muy bien presumir de erudición, de saber mantener al lector atento, de conseguir que leas el libro, lo dejes y vuelvas a él, sin que te haya cambiado la memoria de lo escrito. Se sigue facilmente la trama. Lo tienen mejor quienes conozcan el Madrid de los Austrias, el Madrid que , para quien lo conozca se introducirá más en la trama, llegando a reconocer casi la topografía y los rincones, muchos no desaparecidos aún, quedan piedrás que testimonian la existencia de imprentas y garitos que nos hace visitar Isidoro de Montemayor(protagonista y guía del libro), cuando es invitado por Francisco Robles(editor, es una historia real-ficción, de Cervantes) a que descubra quién se esconde detrás del pseudonimo Alonso Fernandez de Avellaneda, que publicó una segunda parte del Quijote, en la que entre otras lindezas a Cervantes lo trata de bujaron y cornudo. Lo de menos es lo que yo ahora cuente, son muchas páginas, 107 capítulos, divididos en cuatro partes. Cada página es un regalo, de sabiduría, de entender muchas veces que el escritor se está metiendo en fregados que dificilmente podrá salir adelante con ellos...pero sale, siempre y hasta el final, sin cargar la tinta en prosas churriguerescas, va manteniendo la atención suficiente como para no quereer dejar lo que ocurre al final. Ya digo, muy bueno para cualquier parte de la geografía(mundial), pero de un olor a complicidad para quienes conozcan Madrid al dedillo que es, a veces, cegadora inyección la que mete Mateo-Sagasta al lector y puedes salir a la calle pensando que encontrarás un coche tirado por caballos en lugar del incordio de las sirenas y cláxones. También el olor a orines, los orinales tirados a la calle al grito de ¡¡allá va!!(algo así), por si cruza un pasajero despistado no se le mojen las ropas. Detalles de antropológo, de estudioso de costumbres y hechos, el olor a orines...cuando no peor. La edad a la que se ejercía la prostitución y los lugares en los que se hacía: niñas de 11 años, consentidas por la justicia y la --un poco menos-- Inquisición. Saber por donde deambulaban Lope, Quevedo, Garcilaso...el teatro y las envidias literarias , la pugna por lograr los puestos en las casas de mayor alcurnia, lograr un título de hidalguía...Y es que Alfonso Mateo-Sagasta nos mete en pleno siglo de oro,aporta unos datos estremecedores de conocimiento absoluto de lo que tiene entre manos, pero además de lo que tiene, es necesaria la gracia, el temple para llevar una obra de este calado. Tremendo despliegue de erudición sin estridencias ,certeros datos que aportarán curiosidad y regusto en el paladar del lector fino. ¿Qué hace Alfonso Mateo-Sagasta? hace una pirueta increible, creible. Da vida a los personajes mencionados, resucita al mismo Cervantes, sus compañías y alguna miseria, así con cientos de personajes que se leen hoy por obligación en institutos universidades y colegios. Creo que orientar a libros como este, sería más acertado que hacer tragar títulos y títulos de obras que ya nos suenan a rancio antes de haberlas leído, ¿el problema? la saturación de la vaguedad de los enseñantes, casi ninguno tiene vocación y su preparación es cuando menos...deficitaria.
Si se lee así, un libro de este trabajo de orfebre, yo no discutiría con Prometeo, en que Zafón es un "truño" y Mateo-Sagasta un escritor de verdad: Zafón es un truño, sí. Le puse un punto más que a este...se corrige. Las puntuaciones no tienen más que una función orientadora del entusiasmo o la oferta del escribiente en ese momento.
Sí, leer este libro, es una buena manera de salir bien parado de la literatura vaga y fuera de imaginación vendida con caja y lazito en periódicos y revistas interesados en ciertos productos y nombres muy concretos. Es novela, novela negra, posee gotas de todo: es una muestra de vida. Es una muestra de que aún uno se puede sorprender y fustrar, porque para hacer una obra de este calado se necesita despertar a las musas cada día, durante mucho tiempo y que éstas estén de buen humor y de tu parte, pero no sólo las musas: cambiar de ropas ir al espejo y la biblioteca sin tiempo determinado...¿Se va dejando entrever que hablo de un gran libro? Me alegro: lo es.
No soy de consejo. Cómpralo.

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