Absurda, ácida y con una clara y humorística crítica a la Sociedad y la Política, el director Hal Ashby logra con creces adentrarnos en la sátira que plantea, y está claro que Sellers consigue desde el primer instante, asustado y temeroso por su futuro, que empaticemos con este excéntrico personaje, un hombre que dedica todo su tiempo libre a ver la televisión y que involuntariamente llamará la atención en las altas esferas por sus alegorías sobre la vida en general y su experiencia como jardinero.Fantástica banda sonora y buenos secundarios, permítaseme añadir.
Un clásico digno de ser revisitado y que envejece muy bien por su temática (el final no tiene desperdicio).