El tiempo pasó volando entre la carretera, la ciudad y Kobetamendi. Nosotros alucinábamos con cada rincón de Bilbao, nos perdimos en el casco antiguo y juramos dar tantas vueltas como fuera posible, con la única finalidad de conocer mejor el lugar. Entre esas vueltas me compré "Niebla" de Unamuno, no lo pude evitar.
Nos quedamos en Pil Pil Hostel, donde nos recibieron muy amablemente y descansamos nuestros cuerpos llenos de mucha música, saltos y largas caminatas. El lugar: baños limpios, camas cómodas, muy buena ubicación, desayuno incluido (muy buen desayuno), atendido por gente estupenda... Vamos, mejor imposible.
Podría dar más detalles sobre muchas otras cosas, pero pienso que con el "reportaje" fotográfico basta... De otra manera sería una redundancia. Mentira, en realidad me tengo que ir a trabajar.
Fotos tomadas con una cámara desechable y mi móvil.